El Mensaje De Tus Ojos

¡Amigos!

Narra William:

Estaba recostado viendo la televisión, me sentía muy mal, me dolía la cabeza, la garganta, sentía el cuerpo cortado, estornudos y tenía temperatura, me dio mucha tristeza no poder ir a la fiesta pero no me gustaría detener a mis amigos por una pequeña enfermedad y de repente platicaba con Félix – ¿y cómo te sientes?- pregunto –un poco mejor *cof* *cof*-

-eso no se escucha mejor- reí por su comentario –estoy bien, deja de preocuparte tanto- respondí mientras veía el termómetro, 38 grados –soy tu novio, mi trabajo es preocuparme por ti- ambos reímos aunque pare ya que mi garganta me dolía un poco aun –bueno, nos vemos Willy, que te mejores-

-si Felix gracias-

-te quiero-

-yo también- colgué la llamada y deje el celular aun lado. Escuche algunos ruidos afuera y supuse que era Seiden –milagro que salió de su escondite- dije girándome para tratar de dormir. Ahora que lo pienso, él no se ha dado cuenta de quién soy, o tal vez si pero me quiere ignorar, no sé pero no le diré hasta que se dé cuenta, no creo que olvide lo que paso ese día, ha cambiado un poco, recuerdo que tenía el cabello completamente negro, ahora tiene unos mechones rojos, dos tatuajes en su espalda y hombro, dos perforaciones en el labio, una en la ceja y otra en la oreja, estaba tan metido en mis pensamientos que me di vuelta y caí de la cama, solté un pequeño grito ya que mi cama estaba algo alta, escuche a alguien abrir mi puerta voltee y era Seiden -¿Qué te paso?- se acercó para ayudarme a levantarme aunque su voz se escuchaba desinteresada –quise ver como estaba el piso ¿tú que creer? Me caí- me sentó de nuevo en la cama –uy perdón su majestad- hice un puchero de enojo, el rio –gracias por ayudarme *cof* *cof*- el me miro confundido -¿Por qué haces eso?-

-¿hacer que?- pregunte mirándolo –te ignoro, te trato mal, odio a tu especie y tú eres amable conmigo ¿Por qué?- pensé en que decirle, realmente el me cae muy bien y me gustaría que fuéramos "¿amigos?" -¿así que quieres se mi amigo?- ¿acaso leyó mi mente? –Tal vez lo hice-

-¡basta!- dije dándole un pequeño golpe en el hombro –bueno te dejo con tu amigo el piso- se bajó de la cama y camino hacia la puerta –espera...- dije bajando de la cama –crees que podríamos...conoceros más...- el alzo la ceja confundido –tu haces las palomitas- dijo bajando las escaleras, lo seguí hasta el sillón, claro lleve dos cobijas ya que aún me sentía mal, fu a la cocina e hice las palomitas en el sartén

Narra Seiden:

Y puse la película mientras me sentaba en el sillón ocupando la mayor parte de él, debo admitir que me siento extraño estando con ese chico pero no puedo sacarme esas frases de la cabeza.

*Flashback*

Subí para revisar la casa mientras todos dormían, cuando pase por el cuarto de William escuche algo –demonios, no es posible que Seiden no me recuerde- me acerque a la puerta para seguir escuchando –no pudo haberme olvidado, le salve la vida- me sorprendí bastante, yo no recuerdo haberlo visto nunca –bueno talvez me está ignorando...no creo después de lo que paso sería imposible- mi cabeza daba vueltas, ¿lo conozco? ¿Me salvo? ¿Cuándo lo hizo? ¿Qué carajos?, regrese a mi habitación rápido y volví a encerrarme.

*Fin del Flashback*

Tengo que descubrir quién es él.

*

*

Estábamos a la mitad de la película, me estaba aburriendo, es la primera vez que la veía y no daba tanto miedo pero, William estaba aterrado, su cobija le tapaba hasta la cara y estaba temblando. Perecía que ya se sentía mejor, aunque tuviera miedo –ja ¿estás asustado?- pregunte comiendo palomitas –s-s-s-sí, c-claro que es-toy bien- dio un grito a lo cual yo solté una risa.

Narra William:

La película ya había acabado, así que me levante para subir a mi habitación, subí las escaleras pero tropecé cayendo encima de Seiden haciendo que por axidente nos besáramos *mierda ¿Qué hago?* me levante muy apenado y nervioso –y-yo...lo siento- me di vuelta *ay no...pero m-me gusto ese beso, ¿qué estoy diciendo?* subí unos cuantos escalones –¿así que te gusto?- dijo Seiden a mis espaldas –¡c-cállate!- subí las escaleras sin voltear y me encerré en mi cuarto.