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Los chicos estaban de visita luego de una semana de lo ocurrido, YoonGi les abrió la puerta desganado y sin mediar palabra se tiró al sofá suspirando y escondiendo su rostro entre sus manos.
Los chicos se miraron entre si notando una faceta muy vulnerable, les pidió que fueran silenciosos porque tú estabas dormida en la planta de arriba, ninguno de los dos había podido descansar, aun sufrías de un leve dolor y YoonGi siempre estuvo al pendiente. Ese era su momento de desahogo, con sus chicos, sus hermanos. Nada pudo parar las lágrimas, fue ahí cuando todos se sentaron rodeándolo y brindándole palabras de aliento.
SG― Trato de mostrarme fuerte para ella, no puedo derrumbarme y no ser capaz de consolarla―levantó su rostro para limpiar sus mejillas―. No se dan una idea de cuan difícil es querer hacerse el fuerte cuando estas destrozado por dentro, yo solo...―no pudo seguir hablando porque la rabia que sentía era mucha.
TN― YoonGi...―los siete giraron sus cabezas en dirección a la escalera para encontrarse contigo llorando por haber escuchado aquello, tu novio abrió sus brazos y corriste hasta él― No se supone que tengas que ser el fuerte, amor. Tenemos que hacerlo juntos, consolarnos ambos porque solo nosotros sabemos lo que duele.
Se abrazó a tu estomago sollozando en el acto, Nam aviso con la mirada a los otros que era hora de dejarlos solos, necesitaban un tiempo.
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