Atalaya

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GOTAS DE LLUVIA SOBRE MI CABEZA


Fandom: DC

Género: AU -Sci-Fi/Omegaverse

Parejas: Superbat, JayDick, Halbarry como principales.

Derechos: Los personajes pertenecen a DC y los abogados. Yo solo soy un gusanito.

Advertencias: Pues esto no será agradable, hay mucho dolor, sangre, sufrimiento como lo propio de un Omegaverse. Gente mala haciendo cosas malas. Yo pensando mil locuras con eso. Inspirado en la saga "Injustice".

NOTA CLUMSY: Por las dudas, esto que leeréis aquí no es una oda al canon, hay cambios de hechos y circunstancias para mi complacencia pura y vil. Si no estáis cómodos con eso, os invito a partir en busca de mejores historias que os hagan sentiros a gusto.

Gracias por leerme.



***

Atalaya.

"Convivimos con personas de las que creemos conocerlo todo, pero en realidad no sabemos nada de ellas..."

Donato Carrisi.



Había dos cosas que odiaba por sobre todas las cosas, porque plagaban sus pesadillas como un elemento constante desde que murieran sus padres. La lluvia y los infectados por el virus. En buena parte porque ambos estuvieron presentes en ese momento amargo cuando vio caer sin vida a Thomas y Martha Wayne en aquel callejón, joyas de su madre rodando por el suelo al soltarlas, un mapa que sujetaba su padre. Escondido en el recoveco donde Alfred le abrigó, miró a la lluvia llevarse el mapa, las joyas, la sangre de sus padres, atrayendo a los infectados que saltaron de una alcantarilla para devorar sus cuerpos. Siempre recordaba eso, el sonido de las mandíbulas ansiosas arrancando las carnes de su madre, tirando de los cabellos a su padre mientras él lloraba en silencio con una mano de Alfred callando su dolor para no ser descubiertos. Bruce jaló aire, sintiendo ese dolor que partía su ser al volver a tener esa pesadilla, sintiendo su cuerpo sumamente adolorido, el sabor en la boca de una anestesia anteriormente aplicada. Pero había algo más fuerte, un aroma.

Alfa.

Sus párpados se fueron levantando muy despacio, adormilados todavía por la anestesia, la esencia Alfa lastimó su mente exhausta. Todo apestaba a un solo y un solo Alfa. Clark Kent. Miró un techo altísimo de color gris claro con lámparas incrustadas en el mismo. Había silencio alrededor. Estaba recostado en una amplia cama con sábanas de una tela muy sedosa, azul claro, como las fundas de las almohadas. Las paredes eran blancas muy pulcras, apenas si con otras lámparas discretamente incrustadas, apenas uno que otro mueble sin decoraciones u objetos en esa enorme recámara sin ventanas. Bruce se irguió, jadeando al ligero mareo. No estaba más herido, ni siquiera tenía vendajes en el cuerpo. Solamente un pantalón holgado como la playera que vestía, todo con ese irritante aroma a Alfa impregnado hasta en el suelo, así le pareció. Del lado izquierdo de la recámara vio una luz proyectarse en el suelo, brillante. Bajó de la cama, caminando descalzo hasta ir al arco que dividía la recámara a una sala de descanso con un enorme ventanal que miraba al exterior.

Se quedó sin aliento al contemplar lo que era un sol brillando claramente sobre un cielo azul claro, por encima de nubes. Dondequiera que estuviera, flotaba por encima de las nubes. Recordó las palabras de Tim al narrar su encuentro con un extraño amigo. La casa encima de las nubes. Bruce se perdió en aquella vista, acercándose al ventanal de vidrio único y redondeado. Jamás había visto el sol, únicamente en los libros que su padre le leía, pero nunca con sus propios ojos, en Nueva Metrópolis jamás hubo un día de sol en toda su vida, hasta ese momento. Su mano derecha se pegó al vidrio, queriendo sentir más de esa calidez de los rayos cayendo sobre el ventanal, absorto en ese paisaje tan hermoso, dejando de lado por unos minutos que estaba en una nave flotante lejos de su ciudad, preso en lo que eran los aposentos del Alto Consejero. Un sol en un cielo claro. Sin suciedad, contaminación, pestilencia. Era una vista magnífica.

Gotas de lluvia sobre mi cabeza (Arco DC)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora