capítulo 15

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Dax logró escaparse de Ginger y Cici relativamente sano y salvo a eso de mediodía, y se fue directamente a la oficina de Amber.

Su secretaria le dijo que ella estaba en una reunión y que no la podía molestar, así que esperó a que la mujer fue a contestar a una llamada telefónica para colarse por la puerta del despacho de Amber.

-Hey. No puede...

Dax entró en el despacho y cerró la puerta.

Amber estaba tras su mesa, con las gafas de leer puestas, un lápiz en la mano y el teléfono en la oreja.

No se apresuró en acabar la llamada, pero cuando lo hizo, lo miró fríamente y se quitó las gafas.

-¿Ya has terminado? Creí que Barbie y Sunchine te tendrían atado durante horas.

- Se llaman Ginger y Cici. Y, aunque fueron muy persuasivas, logré escapar.

-Hummm- dijo ella agarrando el lápiz con fuerza-. Seguro que sí.

-¿Cómo te ha ido el día?

-Ocupada, y lo sigo estando.

-No me habrás echado de menos, ¿verdad?

-Ni un poco.

Dax no lo pudo evitar y se rio, con lo que ella lo miró más fríamente todavía.

-Si no te importa...

-Amber, admítelo. Estabas tremendamente celosa.

-Ella lo miró pasmada.

-¿Has vuelto a beber?

-Yo no bebo.

-Entonces tienes alucinaciones. Has de saber que yo nunca me pongo celosa. Y sobre todo, no con un idiota que sale con tontas sin cerebro.

-Ten cuidado, puedes estar dándome la razón.

-Creo que deberías marcharte- dijo ella señalándole la puerta con un dedo.

-¿Para que puedas recuperar ese famoso control tuyo?- respondió él rodeando la mesa del despacho-. No lo creo. Me resulta fascinante ver como te vas enfadando. De hecho, todo en tí me resulra fascinante.

Ella agitó la cabeza.

-No sé lo que quieres de mí.

-Muchas cosas. Pero empezaré por esto.

Entonces, él la hizo levantarse, la abrazó y la besó. Fue algo espontáneo y genuino.

Ella se qudó muy quieta, pero no lo apartó. Dax pensó que con eso le estab dando su permiso para continuar y le introdujo la lengua en la boca, dándose del todo en ese beso hasta que ella abrío las manos y se agarró a la pechera de su camisa.

-Sí, esto es lo que llevo queriendo hacer todo el día- dijo él por fin-. Y esto otro...

La volvió a besar y le puso las manos en las caderas, haciéndola acercarse más a él.

Ella gimió y le rodeó el cuello con los brazos, devolviéndole el beso apasionadamente.

Cuando terminaron, él le murmuró al oído:

-Esas mujeres no significaban nada para mí. Fue una obligación que contraje hace meses, ya que pagaron un buen dinero, que será bien gastado. Ponte celosa, Amber. Me gustaría que tomaras su lugar si quieres. Bésame hasta volverme tonto de nuevo si eso te sirve de algo. Pero por favor, no te vuelvas a enfadar conmigo.

Ella le tocó entonces los labios.

-No estoy enfadada- susurró-. Pero ahora he de ponerme a trabajar.

Necesitaba pensar y él la dejaría por que ella era así y no la iba a apresurar. Ni tampoco quería apresurarse él mismo.

La besó por última vez y fue a marcharse. Estaba ya a medio camino de la puerta cuando Amber lo llamó y él se volvió.

-No estaba celosa- dijo ella-. Por lo menos, no mucho.

Sonrió y Dax se sintió como si le hubieran quitado un gran peso de encima.

Un Instante De Pasión {Completa}Donde viven las historias. Descúbrelo ahora