Strong [Naruto/N.Shippuden]

[27]: CÁNTICO CELESTIAL

Camine por el lugar tranquilamente sintiendo la suave brisa del aire impactar en mi rostro, cerré mis ojos para sentir toda quela energía limpia y pura que rondaba por el pacifico lugar, mis piernas sentía las flores apartarse a mi caminar, siguiendo solo la dulce melodía que el viento empeñaba en cantar para deleitar mis oídos llegue a una casa

Mire el lugar maravillada al ver la gran casa hecha de pilares blanquecinos, con la punta de mis dedos toque un pilar sintiendo con las yemas de mis dedos lo tersa que estaba aquella estructura sólida, mi palma se posiciono suavemente sobre esta sintiendo los relieves que sobresalían de esta

Voltee lentamente al escuchar un tintineo detrás de mí, sentía una calidez inundar el lugar a la vez que un suave aleteo se escuchaba resonar entre las paredes de puro aspecto. Abrí mi boca impresionada al escuchar la melodiosa risa de un par de niños, mirando sorprendida como un pequeño niño y una niña corrían libremente por las rosas sin dejar que sus ojos se vieran, sonreían alegres mientras se perseguían

Embelesada por la melodía que emitían uno de los pasillos caminé siendo guiada por aquella voz celestial, mis pies recorrían el lugar como si fuera hogar propio y mi cabello danzaba al son de mis lentos y resonantemente delicados pasos, sintiendo el suave olor a plantas y tierra mojada abrí mis ojos escuchando la voz y el agua chocar en un pequeño manantial

Mis ojos se enfocaron en la bella dama de blanquecinos cabellos al igual que con un vestido que reflejaba la inocencia pura en su blancor almidonado, sin saber porque sonreí y me acerqué hasta aquella mujer, me senté en el húmedo pasto dejando reposar mi cabeza en los muslos de la mujer mientras sentía su mirada permanente y dulce

Con calma cerré los ojos ante las caricias en mi cabello, sentía mi piel cada vez más fría a la vez que ni abrir mis ojos podía, las suaves caricias en mi cabeza alejaban todos mis problemas de mi mente, mientras mis manos reposaban sobre mi estomago al toque de una mariposa mi mano derecha cayo al igual que mi cabeza

- Ya es hora, han pasado 2 meses – abrí mis ojos sintiendo como mi parche había sido subido y como todo a mi alrededor se volvía un tornado de rosas, abrí mi boca al sentir un chakra frívolo, pero a la vez cálido emanar de mi cuerpo, mire mis reservas de comida las cuales estaban agotadas y suspire, si la voz estaba en lo correcto llegaría muy tarde al plazo que dijo Tsunade-sama

Concentrando chakra en mis piernas corrí lo más rápido que pude abriendo mis ojos impresionado, pare en seco cayendo de cara al suelo y rodar colina abajo enterrándome en la piel pequeñas ramas y alguna que otra roca, mordí mi labio inferior hasta hacerlo sangrar dándome cuenta de que algo no iba bien, después de estar en aquel lugar mi habilidad de concentración de chakra era muchísimo más rápida y efectiva, mi cuerpo estaba levemente más musculoso al igual que sentía haber crecido algunos centímetros más

Tragando en seco corrí de nuevo con el chakra concentrado en mis piernas y llegué a la aldea en tan solo un par de horas, en lo que seguramente si hubiera sido la de antes me hubiera demorado días en recorrer aquella cantidad de tierra alejada de mi hogar, impresionada entre a la aldea saludando a Izumo y Kotetsu

Al llegar al despacho de Lady Tsunade ella parecía sorprendida, no entendía el porqué, pero extrañamente me sentía más capaz y fuerte que antes, era como si me hubieran otorgado el poder para proteger a mis amigos de una manera tan fácilmente que daba escalofríos

Mirando atentamente los movimientos de Tsunade-sama era como si pudiera leer sus próximas acciones, toque mi ojo para verificar si todo estaba en orden dándome cuenta de que mi querido parque seguía ahí, pero se sentía diferente. Lentamente me lo saqué sin abrir el ojo cubierto por este, abrí la boca cual pez a la vez que veía como este tenía la marca de mi clan en su blanquecina cubierta, lentamente el color se fue desvaneciendo hasta que ya no había rastro de algún símbolo de mi clan

- Por lo visto has encontrado algo acerca de tus orígenes, dime Shizuka, ahora que sabes algo acerca de tu clan... ¿Qué vas ah hacer ahora? – suspire y rasque mi nuca levemente nerviosa, sonreí levemente sintiendo un sudor frio recorrer mi espalda

- Quisiera pasar unos cuantos meses aquí en Konoha antes de partir a un entrenamiento al lugar de mi clan y aunque es cierto que no se donde queda, sé que es un lugar muy hermoso, pero aun así hay algo que me inquieta en ese lugar, pues es raro ver como niños tan pálidos como nieve corran entre las rosas blancas al igual que ellos, que las construcciones sean solo blanco, que los pisos sean negros, que el cielo sea decorado por suaves nubes doradas al igual que el sol que cubre la zona, que los arboles a los que nadie se acercan pues desprenden un aura de peligro sean morados con toques negruzcos, quiero saber la verdad detrás de aquel bello lugar. Quiero averiguar quien es aquella extraña mujer que me recibió cálidamente

- Bien... supongo que al quedarte en la aldea cumplirás normalmente con tus labores de shinobi, ¿verdad? – su mirada era amenazante a lo que asentí frenéticamente – pero antes... quiero que trabajes en el hospital de Konoha durante dos meses, no permitiré que mis enseñanzas sobre ninjutsu medico se desperdicien al estar 2 meses inactiva – yo volví a asentir

Al saber que no me darían el sueldo por shinobi de acción sino por ninja médico me desilusione un poco pero igualmente alegre al saber que pondría en practica todo lo aprendido durante estos meses en los cuales estaré en Konoha, me iré algunos años a entrenar al lugar de mi clan en donde aprender todo sobre aquella chica misteriosa la cual parecía tan real, pero a la vez como si fuera un fantasma

Paso un mes en donde Naruto iba y venía de misión en misión porque se le daba la regalada gana introducirse en equipos ajenos al igual que en asuntos que no le corresponden, pero comprendo a la Hokage, si no quisiera tanto a Naruto como lo quiero seguramente si fuera yo la Hokage no lo dejaría ni descansar para que no me moleste durante toda una semana

Pero pasados algunos días Shikamaru nos volvió a reunir, esta vez había pasado algo en Sunagakure y sobre todo, con mi pequeño hijito Gaara, rápidamente al enterarme de eso solté mis deberes y corrí a donde se encontraba el azabache para que me digiera que le había pasado a mi pequeño pelirrojo.