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2018
Las peores épocas son las de agosto, neblinoso y gélido como ahora que conducía directo al trabajo, los pinos y las estrechas nubes sobre ellos no le facilitaban la visión de la carretera, sus luces durarían para el trayecto calculado y para ese entonces podría apagarlas, sus manos entumecidas sobre el volante, todo su cuerpo temblaba y su nariz estaba roja.
El clima denotaba que llovería en cualquier momento, sólo esperaba que le aguantara a llegar seca.
Aparcando el auto en el estacionamiento a metros del hospital, tomando en la mano su maleta pequeña y saliendo de este, se dirijo a la entrada, el guardia la saluda y deja pasar como todos los días, en la entrada del jardín delantero esta el doctor Almazán esta tomando su café mañanero y le sonríe amigablemente.— Buenos días Dra Jauregui.
— Buenos días — le Sonrió de vuelta y como todos los días en los pasillos se encuentra un pequeño de 6, Jack, él madruga y le saluda agitando la mano.
— Buenos días doctora Lauren.
Esta en el suelo con su pijama y jugando con sus cochecitos.
— ¿Qué tal Jack? Sigue jugando, en la tarde hablamos luego.
Camino tocando suavemente su cabeza y el asintió, un enfermero llegó hasta ella y le informó que su compañera había llegado hace unos minutos.
— Perfecto, con permiso.
Se adentro por la sala de estar y saludo a las enfermeras y doctores que se encontraban absorbidos en el teléfono, en su fin de turno se veían cansados.
— ¿Como estuvo la noche?
Tomo los expedientes pero no los hojeo y un medico que salia del cuarto de preparación de medicamentos se burlo y negó con la cabeza.
— De locos...
El enfermero se carcajeó no muy alto y eso le hizo sonreír a Lauren, les deseo un buen descanso y al girar la esquina giro el pomo de la puerta entrando a su cubículo.La doctora Ariane Swain, su compañera de trabajo y amiga, Lauren admiraba siempre el hecho de que nunca se quejaba de ningún paciente excepto de uno, con su embarazo decía que estaba de los nervios últimamente, los tres años que pasaron juntas las había hecho cercanas y consolidar una buena amistad, estaba en fases terminales del embarazo, por lo cual, le parecía bien a Swain la enorme petición, esperando a que no se negara.
— ¿Descansas a menudo?
Inicio una conversación mientras Lauren se colocaba la bata blanca y se sentaba en su silla escuchando a Ariane.
— A veces cuando tengo algo de espacio.
En el cajón de su derecha metió su pequeña maleta, se podía decir que con sus años aprendió que las guardias eran fundamentales y prácticamente se la vivía allí.
Teniendo un cuarto en el que a veces descansaba dentro del hospital. Miro a su amiga con detenimiento y le pidió que continuara
— He estado ocupada esta semana ¿Sabes? Estoy a semanas de la llegada de mi bebé.
— Lo sé y no entiendo porque vienés a trabajar todavía.
Se burlo y continuó prestándole atención de lejos mientras su vista se paseaba por las carpetas del seguimiento de sus pacientes.
— Ese es el punto, yo tengo incapacidad. Me darán unas cuantas semanas.
Sonrió a Lauren y esta levanto la vista, ya había captado la indirecta y realmente no podía negarse.
— Entiendo — Dijo analizando la situación y creyó correcto darle oportunidad.
— No confió en que tienes una gran capacidad para poder tratar a los mios, yo ya he hablado con sus familiares y están de acuerdo.
La pelirroja miro suplicante con esos celestes ojos y Lauren no tuvo ni como negarse. Era trabajo y era su amiga.
— No te preocupes yo puedo hacerlo.
La chica salto de su silla y abrazo como pudo a la pelinegra.
— Muchas gracias, te entrego estos, son mis pacientes, te tengo que decir algunas indicaciones.
Se acerco arrastrando la silla y sobrepuso sus manos en el escritorio de Lauren.
— Él diagnóstico es depresión, las terapias y exámenes generales están al final de su expediente, para que puedas ver los avances.
Viendo fugazmente el número de habitación y nombre del paciente, lo primero que tenía que hacer como regla era inspeccionar a y conocer a los nuevos asignados a ella y comenzar lo antes posible.
— Son ... Cuatro si no me equívoco. — Suspiro y estornudo en un instante.
Conforme paso la media hora explicando rápidamente y dando las ultimas indicaciones y ayudar en como dirigirse a estas mismas, el ultimo expediente entregado fue abierto pasando de hoja en hoja.
— Con ella te recomiendo paciencia, seré yo que estoy con mis cambios de humor también o no sé pero solo te digo que le gusta el arte.
— Una chica interesante entonces.
— Así es, resumiendo, llegó hace una semana de trasladó y no tuve mucha suerte con la anamnesis. Es de una familia influyente por lo tanto en su expediente no hay mucho.
Esto le hizo fruncir el ceño a la otra ¿y el apellido? lo había oído en alguna parte, tal vez en un evento de beneficencia al cual asistió años atrás. No lo sabia no lo conocía
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Psico Camren
ФанфикEran penetrantes ojos marrones similares al final del otoño, en instantes unos con sensaciones deliciosas y en otros eran escalofriantes, ante esto yo tenia que permanecer en un lugar de forzosa amabilidad, silencio y un profesionalismo imposible de...