•Embry & Monserrath•

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•Tinta para el alma•

puedes... Por favor dejar de moverte como si fueras un niño pequeño. – reprendió Monserrath al sentir las manos impacientes de su novio cerrarse sobre su cintura mientras ella revisaba por tercera vez el álbum de diseños que el tatuador les había entregado minutos atrás. – no es como si fuera la primera vez que te tatuas. – murmuró de nuevo la bella mujer de cabellera negra y larga.

sin embargo Embry aún tamboreleaba sus dedos con suavidad contra la piel de la cintura de su novio, con las sensaciones a flor de piel.

– Embry. – se giró ella con cierto tono de molestia al notar que su novio no se calmaba. – ¿No quieres hacerlo? – le pregunto con comprensión. – si de eso se trata podemos irnos y...

– ¡No! ¡No! ¡No! – exclamó al instante un eufórico Embry. – claro que quiero hacerlo, es solo que esto es tan importante que me sobrepesa.

¿No fue importante hacerte el tatuaje de tu manada? – preguntó su novia deslizando las manos por los músculosos brazos de Embry hasta terminar enredando los brazos en el cuello del muchacho.

Embry se dio tiempo para responder la pregunta de la pelinegra pues prefirió disfrutar el tacto de los dedos del amor de su vida paseándose sobre su piel, era siempre así.  Su relación ya había superado el año pero para ellos cada beso, caricia y palabra liberaba sensaciones con la misma intensidad como si de la primera vez se tratará, Embry era un cachorro que fácilmente se perdía en las caricias de su impronta, Monse lo sabía y ella adoraba proporcionarle tales sensaciones.

– lo fue. – soltó el muchacho al final. – pero nada se compara con el tatuaje que compartiré con mi alma gemela el resto de mi vida. – dijo, inclinadose para dejar un casto beso sobre los rosaceos labios de Monse. – Hazte una luna. – propuso. – porque así como la luna guía mis pasos cada noche, tu luz guía mi vida siempre hacia lugares seguros y felices. – Monse no pudo evitar sonreír ante tal ocurrencia, se obligo a no llorar de emoción ante aquellas palabras que solo Embry podía tener para ella.

– y tú hazte un sol. – propuso la pelinegra. – llenas mi vida de luz y calor, descongelaste cada parte de mi ser y estar junto a ti es el lugar más confortable del mundo. – Embry sonrió tontamente y beso su novia con bastante desesperación para tratarse de un lugar público.

alguien aclaro su garganta tras ellos obligándolos a separarse de un salto.

– ¿Ya saben que se quieren tatuar? – preguntó el hombre que minutos antes los había saludado al llegar, la pareja intercambio miradas, emocionados. pues ya tenían la respuesta a aquella pregunta.

 pues ya tenían la respuesta a aquella pregunta

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Mis amores, si quieren alguna pareja y situación en específico deja aquí tu idea o si prefieres puedes decírmelo en interno. ❤

|One Shots| de IMPRONTAS: Amores De La Manada Quileute.Donde viven las historias. Descúbrelo ahora