Voy a romper las barreras y a impedir que las palabras se las lleve el viento sólo para demostrarte que te quiero, que quiero estar contigo.
Porque somos imperfectamente compatibles, lo sé, dos polos atraídos y quizá opuestos en varías cosas, pero de alguna manera nos atrevimos a cruzarnos, quizá sea porque el destino, en el que no creo, (o me costaba creer) tenía algo bonito preparado para los dos.
Creí saber qué era el amor antes de que llegaras, pero seamos sinceros, no sé cómo lo has hecho, has conseguido que me suba a tu tren en el momento exacto, desviviéndonos el uno por el otro sin saber qué pasará.
Haces mis días un poco más felices y amenos, aunque no tengamos canción que nos defina…tenemos amor para rato.
Te quiero
Prometo quedarme lo que me dejes, dejarnos el corazón, la piel y el alma, prometo demostrarte que se puede amar de muchas maneras y que la nuestra es única e irrepetible. Que no quiero quitarme estos grilletes si tu eres cárcel, que me he hecho adicta esa manera de abrazarme, mirarme y besarme, con tanto cuidado y amor, que es imposible romperse, a echar de menos y a quererte más.
De alguna manera me has quitado ese miedo que tenía a decir “te quiero” y ahora, aunque no lo grite, te lo susurro mientras duermes para que se vayan tus demonios.
Ven, que he parado el reloj en el día que nos conocimos, aquel 30 de agosto, sólo para que esto dure un poco más, porque no te prometo estar a tiempo pero si para siempre, o por lo menos todo el tiempo que el amor nos deje, que ojalá sea eterno.
Te quiero, y mira que querer es un verbo difícil de pronunciar. Pero yo te quiero en cualquier tiempo pasado, presente y futuro, en cualquier lugar, en cualquier idioma y en cualquier vida.
