CAP 4: El dolor
EL dolor es un sentimiento que te llena, que te desgarra el alma con sus gritos de auxilio. Es un sollozo lleno de angustia y desesperación. Es un lamento hacia el corazón.
Hay varios tipos de dolor, pero todos te laceran el corazón con la misma fuerza:
· El dolor de una guerra.
Ese es el dolor de ver como se llevan a una persona importante en tu vida, o no, y sentirte imponente, sin poder hacer nada para protegerla. El dolor de la guerra es descubrir, mediante un mensaje, que hemos perdido en nuestra vida a un hijo, un marido, un novio, o incluso, a un vecino. Cuando llega el mensaje con la funesta noticia no puedes hacer otra cosa que preguntarte el porqué. ¿Por qué tenía que ser él y no otro? En ese momento nos volvemos egoístas y daríamos la vida de otra persona por tener al fallecido a nuestro lado.
· El dolor de perder a un amigo.
El dolor de una discusión con un amigo, del silencio de éste. El dolor de sentir como alguien al que apreciabas y en quien confiabas te ha echado de su vida por unas palabras dichas sin pensar. El orgullo que llevas dentro no te deja liberar las palabras e tu corazón. El dolor de perder a un amigo es la tortura del orgullo.
· El dolor de una traición.
El dolor de una traición se produce cuando descubres que alguien en quien confiabas te ha dado una cuchillada por la espalda mientras te decía “no te preocupes, confía en mí”. El dolor de una traición se graba en las paredes del corazón, y, probablemente te acompañe durante el resto de tu vida. Si sufres este tipo de dolor siempre te preguntarás el motivo, “¿es qué acaso fui una mala amiga?” No, esa persona que perdiste, probablemente, te dio esa cuchillada por la espalda porque los celos, o algún sentimiento desagradable, la cegaron.
Debes aprender a perdonar. Personar por la antigua complicidad que os unía, en memoria de ésta, porque probablemente nunca vuelva a ser la misma, habrás perdido un amigo y sabrás el dolor que produce.
· El dolor del mal de amores.
El dolor del mal de amores es una sensación difícil de olvidar, se queda grabada en el alma del corazón. Si alguien te lo provoca sentirás que no te gustas a ti misma, que no tienes atracción, al cabo de un tiempo, puedes pensar que si esa persona te rechazó era porque tenía que pasar o, que no era buena para ti, pero a pesar de eso el dolor sigue ahí. Vivo y palpitante. Para ese dolor solo hay una solución: solo te lo puede aliviar una persona, del sexo opuesto, a la que verdaderamente le importes. No es fácil encontrar a esa persona. A veces no se encuentra en toda una vida.
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Reflexiones
RandomCuando se despierta mi vena filosófica me pongo a escribir reflexiones sobre sentimientos o hechos. Esta vez, le ha tocado a los sentimientos. Relataré, bajo mi punto de vista lo que ocurre cada vez que experimentamos ciertas cosas tan intensas como...