Prólogo de un cuento de hadas

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A mi mamá nunca le gustaron los cuentos de hadas. A mi, por consecuencia tampoco me gustaron.

Una vez osé leer un cuento, creo que era acerca de una mujer dormida, no recuerdo muy bien. Lo que sí recuerdo era la el regaño de mi madre su voz retumbando entre las cuatro paredes de la habitación del motel. Luego mi mamá salió por un rato, al volver se fue derecha a dormir, pero aún así pude ver sus ojos hinchados a consecuencia del llanto.

Mi abuela estaba menos resentida, solía decir (no sin cierta ironía) que a unas les tocaban ser las princesas y a otras las guerreras. Lo cual era una forma elegante de decir que a ojos de los hermanos Grimm, deberíamos de servir a la familia real (si no, un tipejo debería de clavarnos una espada)

Luego procedía a preguntarme si yo creía que era la princesa o la guerrera de mi cuento "Aun no lo sé abuela" yo decía "Debes de saberlo mi niña. Eso marcará tu papel en la historia" ella decía.

Debo de reconocer, que el papel de la princesa es mucho más sencillo. Que aunque no hacen nada, viven una vida más fácil y sencilla. Y eso es todo lo que quiero hacer, vivir una vida sencilla, tener un feliz para siempre.

Mi mamá en cambio, cumple muy bien el papel de la guerrera, toda su vida luchando y siendo valiente. En su último día de vida siguió luchando, me gusta imaginar que murió de pie. Como toda una guerrera.

¿Qué pensará mi mamá de mi ahora?

Al otro lado de la historia Donde viven las historias. Descúbrelo ahora