Little Bit of Alex [Escenas Extras de LBOM, LBOL]

1. El Metro

Habían sido unas muy largas horas, todo esto estaba comenzando a fastidiarme, estaba triste, preocupado y muy cansado. Tenía una conmoción emocional del tamaño del mundo posada sobre mis hombros, las cosas pasaron de estar mal a convertirse en peor y no dejaba de sentirme culpable por lo sucedido. Mi novia estaba en un estado de coma y la última cosa que le había dicho fue: "Vete al diablo".

No me arrepentía. Jamás me iba a arrepentir de haberle dicho un par de verdades. Audrey se había estado comportando como toda una mala persona sin sentimientos los últimos días y yo no podía soportar un momento más esa situación. Pero jamás hubiera deseado todo eso. ¿Y si no despertaba? ¿Y sí ella no recordaba nuestra última conversación? ¿Había sido esa discusión lo que ocasionó que ella bebiera y cometiera la estupidez de meterse en un coche? Ella nunca lo hubiera hecho.

Audrey se había convertido en mi todo, no quería perderla pero tampoco quería que continuáramos como hasta esos momentos. ¿Podía esta situación unirnos? Eso me hacía sentir como un egoísta pero yo sólo quería lo mejor, me obligué a pensar que en realidad era un optimista y estaba viendo el lado bueno de la situación. Tal vez todo esto, algún día, nos iba a dejar una lección valiosa.

Estaba harto de pensar en tantas cosas.

—No puedes simplemente quedarte dormida y dejarme al frente de esta situación Audrey. Necesitas despertar —repliqué a la chica rubia que yacía en la cama de hospital. Unas involuntarias lágrimas de frustración aparecieron en mi rostro—. Tenemos que resolver muchas cosas, ¿crees que podamos salvarnos?

La idea de seguir con nuestra relación, por alguna extraña razón, no me parecía algo que añorara. Y me sentía culpable por eso. Yo la amaba... o eso creía.

Salí de la habitación enjugándome las lágrimas, necesitaba aire fresco, necesitaba escapar por un momento. Era de noche, la brisa de primavera toco mi rostro y sentí un gran alivio mientras mis pulmones se llenaban de aire. A paso relajado caminé hasta una de las bancas con la intención de mirar el cielo y no pensar en nada más que en las estrellas. Cometí el error de tomar el móvil para revisar los mensajes que se estaban acumulando en mi bandeja de entrada, eso me distrajo del hermoso paisaje nocturno.

Había un puñado de mensajes sin leer, eran muchas personas las que habían estado tratando de localizarme, sabía lo que decían antes de que pudiera darles abrir. Todos y cada uno de ellos me preguntaban sobre el estado de Audrey, hacía más de veinticuatro horas que había notificado el acontecimiento y como si no hubiera quedado claro ellos seguían preguntando. Que fastidio.

Me limité a responder sólo un mensaje de Erick, mi mejor amigo.

Todo va estar bien amigo, ánimo.

Sonreí a medias al leerlo. Por lo menos una persona me daba ánimos, se lo agradecí contestando un simple "gracias".

Comencé a borrar los mensajes, ni si quiera me molesté en leerlos. Está bien que todos se preocuparan por Audrey pero ¿quién se preocupaba por mí? Yo también estaba sufriendo, yo también me sentía destrozado. Pero nadie era más importante que Audrey Blair y su familia. Además de Erick, sólo una persona más había mostrado preocupación por mí: La Doctora Miller, es decir Amy. Ella ni si quiera estaba asignada a ese servicio ayer por la tarde cuando me vio llorando y se acercó para darme consuelo. Jamás iba a olvidar ese gesto, tan amable y tan considerada. No entendía que ganaba con esa acción, no sabía cómo agradecérselo.

Dos siluetas aparecieron en mi campo de visión y una de ellas me pareció conocida, agudicé la vista. El largo cabello de la Doctora Miller era su dato más distinguible, por eso la reconocí, parecía como si la hubiera invocado. Bajé la mirada de nuevo a mi teléfono, no quería dar la impresión de ser un acosador que miraba a hurtadillas. Entonces recordé que ella estaba a cargo del caso de mi novia y la doctora parecía que iba a tomarse la noche libre. Fruncí el ceño. ¿Qué tal si Audrey despertaba? ¿Quién estaría ahí?