Haber despertado a mitad de la noche por el ruido de la televisión no fue tan malo después de todo. La noticia del tiroteo en el Saint Thomas Hospital estaba apareciendo como un corte informativo. Amy se había quedado esa noche en el hospital, cubriendo a Mia y dejándome en segundo plano a mí. Todo rastro de rencor hacia ella desapareció cuando comprendí que podía estar en peligro.
Intenté llamar a su teléfono mientras me tambaleaba rumbo a la salida del departamento. Ella no contestó. Tomé un respiro mientras estaba en el elevador y cuando salí volví a llamarla. Nada. Tenía que tranquilizarme para ir al hospital, no dejé que mi mente se llenara de pensamientos innecesarios sino mi mente se nublaría y no me dejaría llegar a mi destino. Me monté en el coche y pronto ya estaba conduciendo hacia el hospital.
Había un alboroto fuera de ahí, una cinta amarilla rodeaba la entrada del hospital lo que no me permitía pasar. Ambulancias y camionetas de policías estaban estacionados fuera. Al bajarme del coche pude ver como sacaban a un bulto en un saco negro, un muerto. Fue en ese momento cuando el pánico me atacó.
Corrí en dirección a la puerta principal, queriendo burlar la cinta y poderme colar para buscar a Amy y verificar que ella estaba a salvo. Ella debía estar bien.
—Lo lamento, joven. No puede pasar —me dijo un policía cuando intenté esquivar la seguridad.
—No entiendo, necesito pasar. Mi novia...
—En un momento saldrán todos, por favor espere.
—¡¿Cómo quiere que espere?! ¡Ha habido un tiroteo y mi novia estaba en el edificio, necesito saber que está bien! —grité con desesperación.
—No puedo ayudarlo. Si te dejo pasar, todos querrán pasar y no puedo hacer eso —dijo el policía, sin perder la calma.
Maldije. Mis manos estaban temblorosas y podía sentir el miedo recorrerme el cuerpo, como un escalofrío.
Una doctora salió por la puerta, llevaba consigo unas hojas y llamó la atención de los presentes.
—¡Familiares! —gritó—. Los pacientes están siendo trasladados a otros hospitales, voy a darle a los oficiales copias de las listas para que sepan a dónde se trasladan. Si alguno de ellos no está en la lista puede que estén siendo atendidos por lo ocurrido esta noche.
No sé porque esas palabras me dejaron paralizado, estaba muy asustado y la impotencia de no poder acercarme y buscar a Amy por mi cuenta me estaba comiendo por dentro. Necesitaba saber que estaba bien. Aun así, a pesar de que las personas pasaban rápidamente a mi lado para hablar con un oficial, yo seguí quieto sin poder moverme pensando en mi siguiente movimiento.
Pero entonces, detrás de la cinta amarilla y saliendo a trompicones del hospital siendo ayudada por un policía, vi Amy. Suspiré con alivio y en silencio le agradecí a Dios por verla sana y salva. Entonces ella me vio y sin esperar nada corrió a mis brazos, lo único que pude hacer fue recibirla y abrazarla con fuerza.
—Fue horrible, Alex. Lo peor que me ha tocado pasar en toda mi vida —decía mientras sollozaba.
—Ya pasó mi amor.
—Es que no puede salir de mi mente.
—Estas a salvo Amy, lo estas, estás conmigo. —Eran mis palabras para tranquilizarla.
Amy se encontraba temblorosa, sus ojos estaban llenos de lágrimas y su piel había tomado un color muy pálido. Aun no se recuperaba del susto. ¿Qué le había tocado ver para ponerse así?
—Está en shock —dijo uno de los médicos que acababan de llegar a la escena—. Voy a atenderla, joven —me dijo, no quería soltarla.
—Busca... busca... a... Michelle, asegúrate que esté bien... también busca a Audrey.
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Little Bit of Alex [Escenas Extras de LBOM, LBOL]
RomanceHe aquí un clavado a los pensamientos de Alex, aquellos relacionados sobre todo a lo que siente por la doctora que volvió de cabeza su mundo.