Golpes a Samael

Parte 3

- ¿Se te declaro?

- Si

- Ohh vaya el señor frio tiene una admiradora

- ¿El señor frio?

- ¿Sabes cuánto me costó hablarte sin sentirme incomoda?

- ¿¡Qué!?

- Sii eres muy serio cuando alguien al que no conoces te habla

- Yo creí que era decente y cool

- Jajajaj eres un serio, ¿decente y cool?, eso ni siquiera suena cool, pero después de que creamos confianza entre nosotros puedo decir que eres más amable y menos serio...puedo decir que ocasionalmente eres un poco cool, pero solo un poco

- Obviamente soy super cool no solo un poco, yo diría que soy lo mejor que puedes haber encontrado muajajaja

- ugghhh-lo miro con cara de asco-y bueno vas a salir con ella, no se... a la salida se van a encontrar y caminar juntos a casa mientras se besuquean y comparten un chicle entre los dos?

- Mmmm no estaría mal, es sexy y me agrada, tal vez le diga que si- siento una pequeña punzada ante su respuesta, pero me incorporo rápido para que no se dé cuenta

- Vaya así que eres de ese tipo

- ¿Celosa?

- Pffft no gracias

Se queda mirándome por unos segundos un poco desconcertado, pero retiro la mirada y me quedo mirando al cielo

-sabes lo que dicen de tu cara? - se tensa

-no- dice incomodo ante mi comentario

-que eres el líder de una pandilla y que por eso tienes la cara y los brazos llenos de moretones

-y tú qué piensas? - lo miro, no sé si sea bueno tocar el tema

-yo pienso...-tomo aire, el debe contarme en que esta metido- que las excusas que me das acerca de esos golpes son solo mentiras, nadie se cae por las escaleras cada ocho días, se golpea contra la puerta o .... es líder de una pandilla

-ya sabia que no me creías, de hecho, es obvio que no me creías

-dime la verdad ¿Por qué siempre andas golpeado? - veo la duda en sus ojos y algo más... miedo

Se queda en silencio y solo me mira, veo sus manos inflamadas y moradas, recuerdo que me dijo que se le había caído una caja que esta en su armario, pero se nota que fueron golpeadas varias veces, subo un poco la mirada y veo su mejilla, esta menos inflamada que hace 4 días pero un gran hematoma cubre toda su mejilla.

-yo...no puedo decirte

-puedes...pero tienes miedo de algo

He llegado y ya que nadie nos va a ayudar debo hacer algo.

El señor Moore es un gran anatomista y muy respetado en la ciudad, hasta hace poco creía que era una de las mejores personas que había conocido, solo que después de que supo que me hice amiga cercana de su hijo tomó una actitud cortante conmigo.

Desde hace mucho tiempo tenia sospechas de las golpizas en su casa, siempre que su papá llegaba de un viaje de trabajo o pasaba periodos prolongados de tiempo en su casa samael comenzaba a "caerse por las escaleras", pero nunca tuve pruebas y samael siempre evitaba el tema o simplemente se negaba a responder.

Dejé mi bicicleta detrás de la cerca por la que escapé y voy caminando haciendo el menor ruido hacia la entrada trasera de la casa, tengo el corazón en la boca y el gas pimienta en la mano dentro del bolsillo, cuando he llegado a la puerta tomo la perilla escucho detenidamente algún ruido... nada, abro un poco la puerta y observo... nada, simplemente la sala, la puerta de una habitación cerrada y unas escaleras.

Estoy un poco aburrida en el recreo, pero samael está leyendo y cuando samael lee es mejor no distraerlo, se pone de un humor de perros así que lo observo durante unos minutos... ¿desde hace cuánto que somos amigos?, nos conocemos desde que vivo en esta ciudad, pero solo fuimos amigos tiempo después.

Mi mamá sentía mucho pesar por el ya que no le caía bien a los otros niños, así que me obligaba a jugar con él, pero siempre terminaba jugando sola ya que siempre me ignoraba o me decía "ve y haz algo mejor que molestarme estúpida" de verdad me molestaba cuando me respondía... pero miraba a mi mamá a lo lejos se veía tan feliz al ver que yo hacía amigos y bueno... nadie al ver la cara de su mamá feliz puede arruinar las cosas, aunque en ese entonces yo no era muy buena hablando con los demás y no tenía amigos, así pasaron varios años pero cuando cumplí diez e iba del colegio a la casa lo vi sentado solo en el banco del parque cerca a mi casa, me acerque a él pues por esa época comencé a ver sus brazos lastimados y se me hacia muy extraño aquel niño que siempre había sido un amargado conmigo se había vuelto triste y sombrío, me senté a su lado y me ignoro como siempre... pasamos unos cuantos minutos que se volvió una hora, yo ya me estaba molestando porque no me decía nada ni siquiera la frase de siempre y cuando miro su cara, estaba llena de lágrimas... en ese momento comprendí que era amargado porque siempre se sentía solo y era grosero porque tenia miedo de la gente, pero su cambio reciente... era por algo más. En ese momento mi cuerpo se movió solo y lo abracé, desde ese entonces quise ser su amiga y no porque mamá me obligara a serlo, los años que vinieron después de eso fueron muy tranquilos excepto cuando el padre de samael llegaba y se quedaba por unos meses.

Observo sus ojos, un lindo azul con motas amarillas, y sus grandes pestañas.... Suelto un gran suspiro

- ¿qué? ¿Ya te enamoraste de mí? - salto un poco en mi lugar, eso me ha sorprendido

-obvio no, eres bastante feo

-entonces porque llevas mirándome desde hace rato, pequeña mentirosa?

-yo no te miraba...- no voy a admitir que cuando me quede mirándolo suspire como una tonta

-y el suspiro?

-que suspiro?

-aquel que hiciste mientras me mirabas

-debes ir al médico estás viendo y escuchando cosas que no han pasado, estás diciendo mucha pendejada

-uy que malota, donde aprendiste eso? ¿En el kínder?

No lo soporto ya se puso pesado; me levanto, pero me toma de la mano y me sienta en el hueco que queda en sus piernas cuando se sienta en el piso como indio, mi corazón va a mil por hora... el jamás había hecho eso, de hecho, lo más cercano que hace es el beso en la mejilla cada vez que nos saludamos. No puedo decir nada, pero, me siento verdaderamente bien tan cerca de él y nota cuando me relajo y pasa un brazo por mi cintura mientras levanta el otro con el libro

- Cállate y déjame leer- lo miro y esta muy rojo

- Jajaja parece que has caído soldado

- ¿qué? - me dice con confusión en sus ojos

- Cállate y ponte a leer

SPHINX