Golpes a Samael

Parte 6

¿debería googlear, como pedirle fidelidad eterna a alguien para que se convierta en demonio y pueda salir de la opresión para entrar en otra?; no creo que eso funcione...

Llevo media hora con Rodolfo en mi hombro frente al espejo... sin saber que ponerme

-füher, tú que dices, ¿ de negro? O de azul

- ponte negro, y llévate esa falda de látex que te pones cuando interrogas a alguien en los asuntos de tu padre, te hace ver malota

-Jajaj me quieres ver vestida como dominatrix?

-yo no, pero el sí- dice mientras comienza a ronronear

-ajá, como dominante, él... somos amigos, por favor obvio no

- bueno eso era lo que aparecía en su mente mientras comía chocolates, el chico es todo un pervertido si supieras lo que te har...- le tapo la boca

- deja de hablar tonterías micifuz infernal

- mi nombre es ¡füher!, y te digo la verdad

- ajá... ajá, como diga querido gato

Al final me pongo un pantalón negro con una camisa de mangas largas y un buso negro, si el gato quiere negro se le da negro, pero no látex... ni loca, eso es solo para la parte divertida del trabajo de papá. A pesar de que hace poco ingrese al mundo de la mafia ya soy conocida como la "abeja reina", soy experta en infligir torturas y hasta ahora no han descubierto ninguna de la mercancía que paso de contrabando desde y hacia el infierno, sé que no soy ninguna pera en dulce, pero me gusta que piensen que lo soy, funciona para despistar al enemigo.

Samael me ve desde su ventana y me pasa una sabana a modo de cuerda para que suba hasta su habitación

- Hola princesa- le digo en broma- ha llegado tu príncipe a sacarte de la torre de la bruja

- Hola príncipe no tan encantador

- ¿Porque la sabana?

- Mi padre esta despierto, ha recibido una llamada del trabajo, al parecer tiene que ir a ver un cadáver muy interesante que encontraron y quieren que el se encargue de diseccionarlo, dicen que no saben si es humano, tiene rasgos bastante llamativos o eso fue lo que logre escuchar

- Mmm ya, que interesante

- Si... en caso de que suba a la habitación corre a esconderte en el armario

- Okey, oye Sam...

- ¿Qué pasa?, nunca me llamas Sam

- Porque sigues viviendo con tu padre, ya eres mayor e incluso puedes vivir de lo que ganas... no con lujos, pero si en paz

- Es complicado y una larga historia

- Mmm, vamos, cuéntame... ¿no confías en mí? - de hecho, no debería a menos que sea lo suficientemente fuerte como para aguantar a la siguiente líder de la mafia infernal

- Yo solo nunca he hablado de lo que me tiene atado a esta casa

- Samael, todos ocultamos cosas de todo tipo- digo mirando a la nada

- ¿Tú me ocultas cosas?... creí que me contabas todo

- Si tu me ocultas cosas, es obvio que yo también lo hare

- Es justo

- Pero... por hoy puedo hacer una excepción- digo pensando muy bien en lo que voy a hacer- te dejare ver algo que he ocultado durante un tiempo