Maldito Masoquismo

IV

Luego de una rápida revisión a la cabaña, estaba claro que Amy no pasaba mucho tiempo ahí, habían tres habitaciones, de las cuales solo dos eran usadas y la que tenía peor aspecto le había tocado a él.

—¿De verdad necesitas la habitación buena? —pregunto sentándose en la cama. —Este colchón es mucho más cómodo, me dolera la espalda si duermo en el otro cuarto.

—Ese es tu problema, está es mi habitación, ahora recoge tus cosas y vete.

—Ten piedad de mí. —agarro la almohada y la hundió en su rostro, apagando un poco su voz.

—Fue tu idea decidir esto con un tonto juego de piedras, papel o tijeras. —Sonic le tiro la almohada a la cara.

—¿Ya se acomodaron? —Amy entró a la habitación. —La cabaña ya tiene luz y agua, si necesitan algo, díganlo ahora que Rouge y yo nos vamos en media hora.

—¿Qué vamos a comer? —preguntó sonic levantándose de la cama.

—En el friobar deje algunas cosas que traje, es más que suficiente para tres días, aunque conociéndote... Tal vez solo es lo justo. —lista para salir de la habitación, se dio la vuelta.

—Ok....otra cosa. —Detuvo a Amy en el marco de la puerta. —Por favor...entregame mi celular, así podre llamarte si...

—No. —y se fue.

—¿Tú novia te decomisa el celular? —preguntó el azabache lanzandole de vuelta la almohada.

—Amy no es mi novia. —le lanzó la almohada de regreso.

Y Shadow se la regresó con aún más fuerza que antes.

[♡■Día 1■♡]

Una fuerte brisa entró a su habitación, estaba claro que eso pasaría, la ventana estaba rota, y las mantas que había alistado Amy a su espalda no eran lo suficientemente abrigadoras.

Claro que no, era invierno, y si bien ese lugar parecía estar en primavera, de noche había demasiado frío.
—Maldito bosque... —se quejo abrazando su cuerpo por debajo de las telas. —¿Qué hora es?

Lentamente se sento en la cama y se puso de pie, no podía dormir en ese lugar, no podía y no quería, era horrible. 

—Bien... —suspiro, dudando si lo que estaba a punto de hacer lo metería en alguna clase de lío con el azabache.

Solo camino un poco por el pasillo hasta llegar frente a la puerta del azabache, que estaba abierta de par en par. Entró de puntillas a la habitación, procurando que la madera del suelo no hiciera alguna clase de ruido, después se metió en la cama con cuidado y se acurrucó al filo, el colchón era notoriamente más cómodo.

Sentía el cansancio por fin recorrer su cuerpo y extrañamente dormir acompañado le reconfortaba un poco, incluso si era Shadow quien se encontraba a su lado.

Sus párpados eran cada vez más pesados y su vista borrosa, era buena señal.

Entonces, un fuerte golpe en la espalda lo sacó volando de la cama.

—Tú, hijo de... —se detuvo. —¡Vamos! No necesitas una cómoda cama, tú mismo lo dijiste.

—Tal vez cambie de opinión. —El cobalto le miró mal. —Deberías apurarte y regresar a tu habitación, no quieres dormir sólo tres horas.

—No me importa dormir en el suelo. —fue a su habitación y regresó con sus mantas. —Aquí es un poco más cálido que ahí.

—No me importa lo que hagas, solo quedate lejos de mí.