Empieza la venganza

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El temido día por mí llego al final. El muy graciosillo había cambiado "toda" mi ropa por trajes femeninos, podía elegir entre sirvienta, animadora, la vestimenta en negro de las Pussycat cola y garras incluidas, enfermera, de súper heroína anime y un traje de lolita lleno de volantes y puntillas. Junto a una carta amenazándome que si no me los ponía todos esta semana, pagaría unas terribles consecuencias. También que nuestros compañeros habían contribuido a ello y no hallaría  consuelo en ellos. Vaya crueldad la de mis compañeros seguro les dijo que yo fui el causante de todas las bromas. Mirando las opciones la de lolita era el más tapado, por lo que elegí este avergonzado. Me pude las calcetas blancas , este traje se componía de una camisa blanca , un vestido negro , unas enaguas blanco hueso y unos zapatitos negros de charol con hebillas. Para rematar cuando salí me esperaban Momo y Mina. Jamas  me dio tanto terror un cepillo de cabello como esa mañana. Para mayor vergüenza me habían puesto una diadema con un lacio negro y en el centro un rayito dorado.

Os odio- gruñí ardiendo de vergüenza por pasearme así por la institución y tener que tomar clase de estas maneras

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Os odio- gruñí ardiendo de vergüenza por pasearme así por la institución y tener que tomar clase de estas maneras. Al menos esperaba mi pelirrojo no estuviera pringado y hallar consuelo en él.

Todos giraron el rostro al verme pasar, incluso algunos de otras clases les vi lamerse los labios y silbar lo cual me puso los pelos de punta. La profesora Midnight estaba pringada la desgraciada y parecía disfrutar la situación, me tomo fotos descaradamente mandándoselas a quien sabe y para que las quería. Solo espero acabe pronto esta semana, casi corrí al dichoso aula pegándome al asiento cual lapa. no pensaba moverme hasta que no fuera estrictamente necesario.

Mis compañeros se reían y burlaban sin disimulo. Los comentarios de odio de Midoriya me estaban doliendo mucho pues yo no había hecho nada para ganarme su odio, bueno nada para ganarme le a tal grado. Pero sentir que Kirishima llegaba me tranquilizo pues al menos con el ahí no serían tan crueles, aunque no conté con el lado malo de esto, ese lado que implicaba que mi novio quisiera dejarme en silla de ruedas y adolorido al finalizar esta semana.

-¿Pikachu de mierda que significa esto? -gruño Bakugo acercándose cabreado revisándome de arriba abajo y poniéndome nervioso por su intensa mirada en mi persona.

-Sero me amenazo con que tengo que llevar estos trajes toda la semana -le explico suspirando triste -Y los demás están metidos incluso los profesoressss. Cuanta crueldaaaaddd -hago un puchero a Kirishima dramatizando en exceso y recibiendo mimos a cambio haciéndome sonreír feliz.

Las clases fueron decentes. El profesor Aizawa, que conste que creo se ceba con migo, parecía estar implicado en el asunto por lo que no comento nada del vestido incordioso y fresco. Sentía en la piel no cubierta por el bóxer la fría tabla de madera de la silla contra la pálida piel de mis muslos, las dichosas calcetas escurriendo por mis piernas dejando piel expuesta de más sin motivo y sacándome de quicio por cada dos por tres tener que estar subiéndolas de nuevo y la mirada de Kirishima atenta al movimiento de las mismas queriendo ayudar aunque se que es lo único que no haría.

En cuanto terminaron las clases volé a mi habitación o lo intente porque en ella un Kirishima rascándose la cabeza se encontraba sentado en mi cama esperándome. Ya sabía lo que él quería hacer pero preferí seguirle el juego insinuante.

-Te diría pasa, pero ya te tomaste tu esas molestias de antemano. Bueno dime lo que sea que tengas queeee... -no pude terminar de hablar pues en cuanto cerré la puerta quiso comprobar que tenía bajo la falda sin vergüenza pegándome bien a él haciendo que comprobara lo que le había generado todo el día, haciéndome excitarme también deseoso por lo que vendría.

-¿Puedo? -pregunto apretando una de mis nalgas con sus grandes experimentadas manos sacándome un gemido de placer

-Si ya lo estás haciéndolo - río divertido besándole. Con su ayuda logre quitarme el dichoso vestido el cual al parecer causo alguna que otra molestia no planeada al de dientes de tiburón y este me dejo muy claro lo que le encanto el cómo me quedaba el mismo.

Polvos Pica picaDonde viven las historias. Descúbrelo ahora