》Es increíble como una mala decisión puede arruinar casí por completo la vida de alguién.
Es mentira esa frase de que "cuando caes en un pozo solo te queda subir", en realidad, a veces se puede caer más hondo.
La superación de una "vida sin salida...
Los días pasaban de manera extraña, veía a Sebastián casi todos los días, desde las 8:00 am, a veces desayunábamos juntos y otras no, pasábamos el día en su casa, viendo Netflix, incluso nos quedábamos dormidos acurrucados en su cama.
Mientras que otras veces salíamos temprano al parque y jugábamos como niños pequeños. Pero, siempre acababa igual, a la 1:00 pm o máximo a la 1:30 pm, me acompañaba a comer, tanto fue que nos volvimos clientes frecuentes de un restaurante pequeño cerca de su casa.
Podríamos comer más tarde, lose, sin embargo no nos gustaba estar apresurados, así comíamos tranquilamente.
Al terminar la comida nos apresurábamos para que me dejara, a dos calles del restaurante se encuentra la papelería, pero, realmente era una travesía llegar al local.
Muchas veces me llevaba en su bicicleta, pero, eso era cuando comíamos en su casa. La mayoría de las veces teníamos que caminar, la calle era bastante ancha, por lo que había todo tipo de puestos y locales sobresalientes, por eso a veces me desesperaba con tantas personas.
En cambio las ocasiones que no podíamos vernos, me levantaba tarde, desayunaba, me bañaba, arreglaba y comía.
Al finalizar, 10 minutos antes de mi hora de entrada, mi mamá iba a dejarme en coche y siempre llegaba corriendo, en cambio si me dejaba caminando incluso nos sobraba tiempo.
En los primeros días, me tocaba cerrar sola, lo que se volvía muy incómodo es que el tío de Daiana solo se quedaba observándome en cada uno de mis movimientos.
Esta claro que el mirar no tiene nada malo y no sé si sea mala suerte, pero, al ser mujer una aprende a vivir con ello, sin embargo no creo que eso esté bien.
Tenía ése típico perfil: señor buena onda, condescendiente, "comprensivo", etc.
Y sé que puede que yo sea la "paranoica", sin embargo, ante una mirada llena de morbo, dónde sientes que te desvisten con la mirada, realmente no sabes como sentirte.
El señor se la pasaba hablando acerca de otra chica, Natalie, quién se suponía era mi compañera de turno. Llegó al punto en que sabía demasiado de ella y ni siquiera la conocía.
Le mencioné acerca de esto a Sebastián, la verdad es que se volvía muy incómodo, estaba sola con el durante dos horas casi cerca de la noche.
B - Ya casi te vas a dormir amor 😢. -
S - Si ☹️. -
B - Tienes que descansar amor, yo aún no llego a mi casa 😖 y no tienes ni idea de como me duelen los hombros 😭. -
S - ¿Por? ☹️. -
B - Supongo que es porque ya es la última hora y me dejan sola, tengo que meter todo y cerrar... Y me dejan con el señor que te conté. -
S - Mmm... ☹️. -
B - Hoy ya no me sentí tan acosada porque ni siquiera recuerda mi nombre, pero, al final le dije que si podía comprar unas cosas que necesitaba y me dijo que si, ya después me dijo que si estaría trabajando en la noche a lo que le respondí que tal vez. Sentí que quería decirlo en doble sentido. -
S - No me agrada ese "wey". -
B - Ni a mi, pero, cualquier cosa ya te diré, también a mis papás y mientras mantengo mi distancia. -
Pasaron los días de la misma forma, lindos por la mañana y algo incómodos por la noche. Yo estuve cerrando el establecimiento, hasta que un día me tocó conocer por fin a Natalie.
Llegué a la papelería en mi horario normal, cuando al ir por mi delantal me encontré con ella, era de tez morena, una sonrisa que dejaba sin aliento y su cabello era chino. No podía negar que era bonita, sin embargo, en todo el día no hablamos, ella se la pasaba hablando con el señor.
Me guardé mis comentarios y mejor me dedique a mi trabajo. Al llegar a casa hablé del tema con Sebastián.
B - ¡Oye!, ¿te acuerdas del señor que te dije?. Hoy vino la chica que tiene el mismo turno que yo, yo sé que es muy precipitado pensarlo, pero, parece que se traen algo y eso no me agrada mucho. -
S - Lo mataré sí te toca 😡. -
Para ser sincera a Sebas no le agradaba para nada que estuviera cerca de ese señor, pero, ya me había comprometido al trabajo.
Por otro lado, mi trabajo terminaba a las 8:00 pm, bajaba la mercancía colgada, metía todo al local y bajaba las cortinas. Me aseguraba de que todo estuviera bien, así podría quitarme el delantal e irme a casa.
Cuando llegaba a casa, llegaba a comer lo que había preparado mi mamá, incluso llegaba a comer doble. Me desmaquillaba y caía dormida a más tardar a las 10:00 pm.
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¡Hola!
Muchísimas gracias sí llegaste hasta aquí.
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Aquí termina este capítulo llamado - Estrés - que está dividido en tres partes.
Me gustaría agradecer a HazelSIL17 por la reseña en - PROMOCIONA TU HISTORIA. - pasen a ver sus obras y comenten que van de mi parte 💕.
Por otro lado, me gustaría saber quién les recomendó la historia y lo comenten aquí. ➡️➡️➡️
