Primera impresión.

2.4K 241 142
                                    

Jayden.

- Si no te molesta, quiero esa. - le señalé una de las camas, la que estaba más cercana a la ventana.

El chico asintió sin emitir palabra alguna, estaba un poco sonrojado y me miraba casi nervioso. Supuse que se sentía incomodo de compartir habitación conmigo.

- Perdona - murmuró al dar un paso y tropezar con sus propios pies.

Me contuve de reír, solo porque sabía que lo avergonzaría más.

- ¿Por qué estas nervioso? Siempre soy mejor que Madison Alester.

El asintió de inmediato, sin pensarlo si quiera. Sonreí un poco extrañado.

Para ser francos, cuando el idiota de Landon me dijo que iba a cambiarme por una chica, mi primera intención fue gritarle que no a la cara.

Luego vi al chico de mirada escéptica que sería mi compañero, vestía ropas grises y negras, sin llegar a ser gótico, pero tampoco muy alegre, su cabello negro azabache no ayudaba mucho la situación.

Parecía tímido, y la primera impresión que tuve de él era que seguramente no les habla a sus compañeros de cuarto, así que se me hizo maravillosamente perfecto y conveniente por dos razones; 1. Podría descansar de Landon, sin dejar de verlo -íbamos a las mismas clases. 2. Podía ser libre de tocar mi guitarra.
Bueno, espero que no le moleste que toque mi guitarra aquí.

Dejé mis cosas sobre la cama y lo observé repetir el ademán. El de inmediato se puso a desempacar sus cosas, y solo para no quedar mal -perezoso, aunque lo soy en parte- me puse a hacer lo mismo.

Comencé a abrir el zipper de mi maleta, pero ni a los 5 segundos, ya se había trabado. Solté una maldición por lo bajo, me había costado una hora reparar el maldito cierre, y ahora se había trabado otra vez.

- ¿te encuentras bien? - pregunto, seguramente testigo de mi cadena de malas palabras.

Me volteé para mirarlo, de por sí ya era raro que un chico de nuestra edad te preguntara '' ¿te encuentras bien? '', en lugar de un simple '' ¿todo ok? '' que es como yo se lo preguntaría

- Mi maleta - le informé restándole importancia.

- ¿necesitas ayuda?

- Si tienes un destornillador o un taladro, seria genial.

- Rayos, justamente hoy decidí dejarlos en casa.

Lo miré un poco divertido, a juzgar por su expresión lo había soltado sin más, al parecer el sarcasmo se le daba bien.

- No te preocupes. - me volteé y regresé a mis asuntos.

- Permíteme.

Me encogí de hombros, dándole paso. Estaba seguro de que estaba atorado, pero dejaría que el chico lo intente para satisfacer su curiosidad.

El forzó el cierre un par de veces, al ver que no cedía, se acuclillo frente a la maleta y analizó la situación. A continuación, le dio la espalda, se impulsó son sus manos sobre ella sentándose lentamente sobre mi maleta. Recogió las piernas a modo indio y abrió el zipper con facilidad.

Abrí los ojos de par en par sin saber que me sorprendía más, si el hecho de que solo debía hacer presión en la mochila, o el hecho de que el fuera lo suficientemente liviano como para sentarse en ella y hacer solo un poco de presión.

Me miró sin bajarse aún, quizá esperando que le agradezca.

Oh, debería agradecerle.

- ¿Cuánto pesas? - pregunté en su lugar.

Habitación B-612. (BoysLove)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora