- El misterio -

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El ruido de la alarma era ensordecedor, tan sólo superado por el ruido de las explosiones y las botas chocando contra el duro piso de mármol.
Una vez más, alguien no había escuchado las órdenes y llamó la atención de los guardias.
Los tres miembros del escuadrón se encontraban corriendo por los pasillos apenas iluminados por la luz roja que parpadeaba en el techo, buscando llegar a tiempo a la salida antes de que el edificio cayera a pedazos.

—¡La próxima vez que quieras estornudar asegúrate de que nadie te escuche! — le grita Kailash furioso a Token.

—¡Tengo alergias! — le responde Token de la misma manera.

—¡Callense! — les grita April, yendo al frente.

Continúan corriendo, dan vueltas cerradas en los pasillos tratando de perder a los guardias que les pisaban los talones y gritaban para hacerlos detenerse; pero claro estaba que April no dejaría que fueran atrapados.

—¡Disparen! — ordenó April al llegar a un espacio lo suficientemente grande para que los 3 se cubrieran.

Los tres tomaron sus armas y dispararon sin piedad a los guardias, varios cayeron  pero otros alcanzaron a cubrirse y dispararon en respuesta.
Las balas cortaban el aire y más de una terminaba incrustada en la pared. April buscaba rápido una salida o serían capturados o incluso asesinados ahí mismo; miró a todos lados y divisó las escaleras de servicio al otro lado del pasillo, pensó de manera veloz y creo un plan alterno de salida.

Tomó su radio y habló.

—¡Te veo en el lado norte del edificio, en el techo! — ordenó.

—Entendido — se escuchó en respuesta.

April giro a ver a los 2 chicos y les hizo una señal para que se cubrieran cuando diera la orden, ambos asistieron y se prepararon. Tomó una granada y quitó el seguro.

—¡Al suelo! — gritó y la arrojó hasta los guardias que no tuvieron tiempo de reaccionar.

La bomba explotó e inmediatamente los 3 chicos corrieron hacia las escaleras. Kailash aseguró la puerta y empezaron a subirlas a toda velocidad, se escucharon los golpes que daban los guardias intentando abrir la puerta pero esta no cedería.
Llegaron al techo y el fuerte aire producido por el helicóptero los recibió.
Corrieron y subieron a el, abrocharon sus cinturones y despegaron.

Justo cuando salían del rango de explosión el edificio estalló y se hizo pedazos, entonces las 4 personas en el helicóptero soltaron un suspiro de alivio.

—¿Estan todos bien? — preguntó Simón, el piloto y médico del equipo.

—Si, sólo obtuvimos unos cuantos rasguños — respondió Token con una sonrisa de alivio.

—No hables o te tiraré del helicóptero ahora mismo — le dijo Kailash, aun furioso.

Token sólo bajó la cabeza y Simón sonrió un poco. Todos empezaron a quitarse de encima los chalecos y despojarse de sus armas, después de todo, ya estaban a salvo.

***

Al aterrizar, Token fue llamado a la oficina del jefe en Lyptus y el resto se dirigió a su cueva.
Todos en Lyptus idolatraban a todos los miembros del escuadrón alfa, pues eran lo mejor de lo mejor, agentes modelos para Lyptus y el terror de personas bajo el mando y control de McGusen y Bisont, aunque no han sabido muchos de estos desde hace años.
Al llegar a su cueva los 3 fueron recibidos por Cassandra, una hacker increíble que había sido reclutada en Lyptus el año pasado y April solicitó que la asignaran a su escuadrón.

Protección de Lyptus | #3 | COMPLETADonde viven las historias. Descúbrelo ahora