Protección de Lyptus | #3 | COMPLETA

- Libre -

Mientras estaban peleando con los guardias, los hombres de McGusen llegaron como refuerzos, pero April vio como un par de guardias escoltaban a una mujer, y la reconoció de inmediato, la hija de Eduard Bysont. Sin esperar nada, la siguió con arma en mano y la vio entrar en una habitación, disparó a los guardias y se acercó con cautela.
Pegada a la puerta, escucho como era cargada un arma, de inmediato se apartó y justo a tiempo, pues la puerta fue perforada por decenas de balas. Aguardó y como esperaba, se quedó sin municiones; tomó la oportunidad y pateó la puerta, esta cayó y ella entró disparando a un tercer guardia, el hombre cayó.

La mujer se quedó de pie sin moverse, sin un rastro de miedo, manteniendo la mira fija en April.

—Has sido un dolor de cabeza en los últimos meses, ¿Sabes? — le dijo.

—Me lo han dicho.

La mujer comenzó a caminar hacia el escritorio y April caminó para rodearla. Estando frente a frente, la mujer rió.

—¿Qué es tan gracioso, señora Bysont? — preguntó sin dejar de apuntar.

—Por favor, llamame Galya. Y me resulta gracioso ver que quieres pedirme algo.

—¿Qué le hace pensar que quiero algo de usted?

—El hecho de que no me mataste en el segundo en que cruzaste esa puerta.

Una vez más se levantó y se detuvo frente al gran librero que yacía cerca de la puerta. — Pobre hombre — murmuró.

April lo miró por un segundo y un libro la golpeó con fuerza en la cara, haciendo que soltara su arma, lejos de ella. Galya corrió para tomar el arma y April supo que no llegaría a tiempo, tomó la silla de madera y se la lanzó, la mujer cayó y se abalanzó sobre ella. Galya tiro de su cabello y April la golpeo fuertemente en el rostro. La soltó pero no se dio por vencida.
Tomó un pedazo de la silla, que se rompió al impacto, y golpeo a April en la cabeza, cayó a su lado y un hilo de sangre brotó de su frente.

Galya se levantó y la chica uso sus piernas para hacerla caer, pero siendo más rápida, la mujer sacó un pequeño cuchillo por debajo de su vestido y se preparó para apuñalar el estómago de la joven, April se dio cuenta y giro rápidamente, pero alcanzó la cintura de la chica y causó un largo corte, haciéndola sangrar. Debido a la fuerza que uso, el cuchillo se quedó enterrado en el suelo de madera, mientras lo intentaba quitar, April se arrastró hacia el otro lado de la habitación.

—Ya basta — habló Galya, sosteniendo el arma del hombre —. Ya fue suficiente.

—Yo diría lo mismo — disparó.

Galya soltó el arma y puso sus manos en su abdomen, que rápidamente se teñia de rojo, cayó de rodillas y dio una última mirada a April con asombro, para finalmente caer de espaldas.

April suspiró, algo que le causó dolor, miro su cintura y vio más sangre saliendo de su herida. Escucho pasos afuera y la voz conocida de alguien buscándola. Disparó al techo para llamar la atención de la persona afuera, y así Kailash entra frenético a la habitación.

—April — corre hacia ella y ve su herida.

—Deberías estar con Samán — le dice en un murmullo de dolor.

—Tanner está con ella, vámonos — la cargó — no nos queda tiempo.

Salieron del cuarto de vuelta al closet que llevaba a la mina, Simón recibió ahí a April y la cargo mientras Kailash bajaba también. Salieron de la mina y subieron a un helicóptero. Solo debían esperar a Tanner y a Samán para salir de ahí.

Y en el subsuelo, Samán estaba colocando la bomba cuando Tanner entró.

—¿Qué haces aquí?