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El cielo oscurecía y la habitación quedaba en una oscuridad profunda, tenía tanto miedo de encender la luz. Temía que si lo hacia se darían cuenta de que estaba ahí y llamarían a la policía.

Miraba constantemente su reloj, solo esperaba al alba para poder salir de esta casa antes de que sus dueños notaran que estaba ahí, estaba tan cansado pero se obligaba a no quedarse dormido. Su celular vibró al recibir un mensaje, y al leerlo, por primera vez desde hace meses tuvo la esperanza que necesitaba.

—Voy por ti April.

***

Nadie entendía lo que Cassandra había dicho, sonaba absurdo.

—¿Quién es Mónaco? — preguntó Simón.

—Mientras buscaba las identidades de los hombres de McGusen en la base de datos de la policía rusa y de Lyptus, encontré a ésta mujer — les muestra una fotografía — su nombre es Mónaco Bali, trabajó para Bisont 4 años y después para McGusen durante 7 años en la operación Ámbar.

—¿Trabajó para ambos? — preguntó Kailash. No entendía como eso era posible.

—¿Cómo es que sigue con vida? — preguntó Token. Pues traicionar a cualquiera de esos hombres significaría la muerte.

—En realidad — habla Cassandra — según estos registros, Mónaco murió. Pero, siguiendo los casos de personas de interés para Lyptus encontré a esta mujer — les enseña otra fotografía.

April comparó ambas fotografías, la fotografía de Mónaco y la de la mujer desconocida; la primera lucia como una persona mayor, cercana a los 60 años mientras que la segunda parecía de poco más de 30 años, con rostro y cabello similares.

—¿Quién es? — le preguntó.

—Patricia Bali, su hija — respondió.

—¿Qué tiene de importante? — dice Samán.

—Ha tenido 2 intentos de secuestro ésta semana, sale apenas con suerte — dice.

—¿Por qué?

—Creen que su madre pudo confiarle información relevante.

Todos guardan silencio, piensan en todas las posibilidades y opciones para hacerle frente a esta situación. Si salían y la chica no tenía lo que ellos necesitaban o peor aún, estaba muerta, su peligrosa decisión habría sido en vano.

Sáman, por su parte, no quería que se movieran de esta mansión; a su jefe no le gustaría la idea de modificar su plan.

—¿Dónde está? — preguntó Kailash.

—Tiene una casa en Vietnam — respondió.

—¿Por qué tan lejos? 

—Tiene sentido, ni Bisont ni McGusen tienen acceso a Vietnam, si su madre le confió información importante ese es el lugar más seguro para ella — dijo April.

Por una razón que desconocían, a ninguno le agradaba la idea de ir tan lejos, no sabían si tenia la información o si era lo que ellos necesitaban, pero era un riesgo que debían tomar. 

—Tengo un amigo ahí, puede conseguirnos un lugar para quedarnos — habló Samán, ya formulando un plan para que llegaran a salvo.

—Cassandra se quedará, al igual que Token y Simón — determinó April — es un viaje largo, y para evitar ser descubiertos deberemos movernos rápido.

Todos asintieron, sabiendo que sin importar lo que dijesen ella no cambiaría de opinión. April sabía también que Lyptus tampoco sería bien recibido allá, tendrían que idear una fachada para no levantar sospechas.

—Cassandra, pasaportes e identificaciones falsas para nosotros y reserva un vuelo privado a Vietnam — ordenó.

Todos se dispersaron y Cassandra se puso a hacer lo que le ordenaron. Samán salió al jardín y saco el teléfono.

La agente Petrov planea un viaje a Vietnam.

Los veré allá.

Al ver ese mensaje, Sáman supo que se acercaba el final de este equipo y entendió la primera orden que le dio su jefe: No te encariñes con ninguno. Regresó a la casa dispuesta a empacar para el viaje. Mientras entraba, no se percató que desde el segundo piso, Token la vigilaba y ya creaba teorías a cerca de como esa chica los traicionaría; con el objetivo de no dejar que acabara con el equipo, corrió y se encerró con Cassandra en su cuarto.

—¿Te pasó algo? — le preguntó al verlo, pero aun concentrada en las identificaciones falsas.

—¿Qué sabes de Sáman? —preguntó de golpe.

Al escuchar esa pregunta, Cassandra desvió su atención y lo miro, esperando que le explicara la razón de su repentino interés. 

—Desde que estábamos en Italia, la noto sospechosa, sale de la casa sin que nadie la vea con un teléfono y escribiéndose con quien sabe quien; no me agrada en lo absoluto — explicó en susurros, temiendo ser descubiertos.

  —Ahora que lo dices — dijo Cassandra acercándose — la he visto, vigilando a April y a Kailash de cerca...¿crees que sea una doble espía? — su pregunta salió casi en un susurro.

—Si lo es, no podemos dejar que logre su misión, sea cual sea.

Escucharon pasos afuera del cuarto, yendo de un lado del pasillo al otro y se quedaron callados. Las pisadas se detuvieron unos segundos y después se escucharon más y más cerca hasta que se detuvieron frente a la puerta. Intentaron abrir pero el seguro lo impidió, finalmente dejo de intentarlo y se marchó.

ambos soltaron el aire que habían contenido y se miraron.

—Debemos estar seguros, o solamente nos pondremos en ridículo frente a ellos — le dijo Cassandra.

—Termina las identificaciones, pensaré en algo y te lo diré después — le dice y deja un beso en la cabeza de la chica antes de salir del cuarto.

—No hagas nada estúpido Tok — pidió la rubia.

—No lo haré.

Salió de la habitación y Cassandra soltó un suspiro, sabia que su amigo era muy impulsivo y pocas veces se detenía a pensar en las consecuencias que traerían sus acciones, y eso lo había metido en muchos problemas. Solo rogaba porque no metiera la pata.

Al anochecer, todos estaban en la entrada de la casa, listos para desearles suerte a los tres agentes que saldrían directo a Vietnam. Alizee y el ahora adolescente Calvin les prepararon el avión para que no hubiera problemas, después de todo, solo era otro vuelo de negocios de la familia Feraud. Cassandra les entregó sus identificaciones falsas y los tres subieron al auto que los llevaría al aeropuerto; pero antes, Token se acercó a Sáman sin que nadie lo viera y le susurró.

—Sé que tramas algo, y lo voy a descubrir Sáman.

Inmediatamente se alejó y entro en la casa. Sáman se quedó perpleja unos minutos, había sido descuidada y ahora peligraba la misión.

Y mientras el equipo era dividido, mientras se dirigían a un lugar peligroso y con posibilidades de no regresar, fuerzas al otro lado del mundo eran agrupadas para llegar a ellos y destruirlos.

No lo sabían, pero el camino que habían tomado los mandaría a la boca del lobo, los mandaría a su muerte.

Protección de Lyptus | #3 | COMPLETADonde viven las historias. Descúbrelo ahora