INTERRUPCIONES.

Interrupcion II

Antes que nada quiero agradecer el apoyo recibido de @YaninaSanchez9, @MaechelinVeraDiaz, @vgetav. No tenía pensado actualizar hasta la semana próxima, pero ustedes me hicieron cambiar de idea, les dedicó el segundo capítulo.

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Pasaron un par de días desde la frenada abrupta que tuvieron el guerrero y la científica, en su muestra nocturna de amor mutuo.
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Bulma se encontraba en su laboratorio, construyendo nuevos robots de entrenamiento para su esposo, ya que éste último, destruyó en tan sólo 6 minutos a los 500 robot que tenía en su poder. Tan consentida estaba la peli azul, en su trabajo que no sintió entrar al padre de su hijo, hasta que él Príncipe le susurró al oído.

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-(con voz seductora y mordiendole la oreja): Necesito... esos robots.

-(mirando a un lado, para que él Saiyajin besé con más libertad su cuello): Te adverti que no los destruyeras todos, ahora tendrás que espe...

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La mujer no pudo terminar de hablar, porque en un rápido movimiento el peli negro la sentó en el escritorio, en el que momentos antes trabajaba... y desgarro su remera, junto con su corpiño, haciendole dar un pequeño gritito de sorpresa.

Cuando el par de objetivos estuvieron expuestos, él guerro los aprisiono con sus manos y comenzó a apretarlos, con su lengua rozó los durós, rosados y sabrosos pezónes de su mujer, haciéndola gemir...

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-(casi sin aliento): Más... quiero más, mí Príncipe.

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Las palabras dichas por la científica, fueron música para los desarrollados oídos del Saiyajin, quién sin más pérdida de tiempo la despegó su pantalón azul y bragas, dejándola completamente desnuda.

Mientras que con su boca se deleitaba con el sabor de los perfectos y cremosos pechos de su acompañante, la mano del peli negro, más precisamente 3 de sus dedos se introducían en el interior de la mojada, caliente y rosada cabidad de Bulma, haciéndole soltar fuertes y continuos gemidos.
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Pero gusto a mitad del camino, Vegeta detuvo todo lo que anteriormente estaba haciendo y lamiendo la esencia de la terrícola de sus dedos, abandonó él laboratorio, con una sonrisa de triunfo en su cara y un graaan problema en sus pantalones. Dejando a una Bulma muuy caliente, desnuda y furiosa.