Mujer cactus

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  Muchas veces me dijeron que soy una mujer cactus. Mujer espinosa y fuerte, salvaje y atrevida.
Sin embargo nunca me dijeron que fui causa de heridas insanables, de corazones rotos y de ilusiones destrozadas.
No puedo sacar las espinas de mi interior, no puedo domesticarme, no puedo sanar heridas externas ni auto infligidas, porque antes de ser una mujer cactus también me lastimaron.
Un día las espinas empezaron a crecer adentro mío. Crecieron hasta perforarme y destruir todo lo que alguna vez conocí.
Luego de eso me volví un escudo, un caparazón impenetrable y el cactus se apoderó de cada parte de mi ser.  

Fragmentos - Falda rebeldeDonde viven las historias. Descúbrelo ahora