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Yeojin: 7 años.         Haseul: 10 años.

La etapa de la niñez para una persona es una de las más dulces y, a su vez, más complicadas pues existen un sin fin de cosas de las que están más que deseosos por encontrar, como si su deber fuera descubrir aquel gran enigma para sí mismos y para ...

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La etapa de la niñez para una persona es una de las más dulces y, a su vez, más complicadas pues existen un sin fin de cosas de las que están más que deseosos por encontrar, como si su deber fuera descubrir aquel gran enigma para sí mismos y para su mundo.

Para la pequeña Yeojin no era diferente, su diminuto gran misterio era el amor. Una vez, había escuchado a sus amigas, Hyejoo y Yerim acerca de él. Decían que (por las palabras que ellas mismas habían escuchado de sus padres) el amor te transportaba a un mundo hermoso.

Pero Yeojin no comprendía el cómo se podía llevar a otro mundo al conocer a ese tal amor. A menos de que fuera un extraño alien que pasado un tiempo te abduciera, llevándote a su planeta natal y, sinceramente, a ese tipo de cosas Yeojin temía.

Después, había escuchado a su profesora Jiwoo charlando amenamente junto a la directora Sooyoung tocando de manera muy superficial que el amor había llegado a su vida y que cuando pensaba en él sonreía en grande y le hacía sentir bien.

Si el amor hacía aquello entonces el alien no debía ser tan malo después de todo ¿Verdad?

Al término del horario escolar, Chaewon se había acercado a su pequeño grupo y había dicho que el amor era dulce, pero que esa misma dulzura le había empezado a empalagar demasiado, haciendo una fingida mueca de asco. Irónicamente, sus mejillas se habían vuelto de un ligero tono rosado mientras miraba por efímeros momentos a Hyejoo.

Ni siquiera había tenido la oportunidad de preguntar sobre algo más ya que su madre ya se encontraba fuera del salón de clase para poder llevarla a casa.

La declaración de su amiga la había dejado más confundida aún. ¿El amor era bueno o malo?

Todo pensamiento quedó en el olvido al ver a su mayor favorita a través de la ventana de su auto con una gran sonrisa, agitando levemente su mano como saludo.

Haseul era su vecina y como sus padres trabajaban hasta ya muy entrada la noche (ya que eran médicos) la dejaban a cargo de su familia en lo que ellos regresaban. Por ende, toda la tarde eran de risas y diversión para ambas chiquillas y ese día no sería la excepción.

—¡Haseul!

Apenas y su madre abrió la puerta para que bajase, corrió a los brazos de Jo para envolverla en un abrazo que obviamente recibió gustosa.

—¿Cómo estás, pequeña?— Preguntó la de cabellos negruzcos riendo.

—Tengo muchas cosas que preguntarte.— Había respondido con emoción. Le encantaba ver la mirada de absoluta concentración de su mayor cada vez que contaba alguna anécdota interesante de su colegio.

Tomó de su mano y arrastró a Haseul hasta su cuarto, saludando a su padre apenas, ansiosa por aclarar aquella duda que le venía persiguiendo desde el comienzo del día.

—Unnie~—Canturreó la más pequeña alargando la última vocal mientras irrumpía en su propia habitación, con Haseul tras ella, para que después aún tomadas de la mano para después tomar asiento en la cama.

—Tengo una pregunta para ti.

Haseul para Yeojin era alguien en el que se podía confiar siempre sus pensamientos y dudas, como si fuera una especie de ser superior más sabio que todos los demás. ¿Qué se le iba a hacer?

El silencio acompañado de la mirada expectante de la contraria le permitieron seguir hablando.

—¿Qué clase de alien es el amor, Unnie?

Haseul se le quedó mirando, comprobando que en realidad el cuestionamiento de Yeojin era de verdad y la seriedad en su rostro se lo había confirmado. Soltó una carcajada, tan fuerte que tuvo que llevar ambas manos a su barriga porque había empezado a doler.

—El amor no es un extraterrestre, YeoJin.— Limpió una lágrima imaginaria y volvió a sonreír cuando notó los mofletes de la mencionada inflarse.— Es un sentimiento.

La más pequeña ladeó la cabeza confundida.—¿Cómo es?

—Es como sentirte flotando en las nubes.— Describió.— Te sientes feliz y en paz con la persona a la que amas. Quieres estar con ella y, algunas veces, esa persona especial puede ocupar tu mente en todo momento.

La pequeña se quedó callada, procesando por algunos segundos las palabras dichas para después curvar sus labios hacia arriba, emocionada.

—Si es así...—Se acercó un poco más a su mayor, como si lo que fuera a decir a continuación fuera algo de extrema confidencialidad.—¿Tú eres mi persona especial, Unnie?

Las mejillas de Haseul se encendieron mientras llevaba una mano a su pecho, conmovida.

—Te amo, Unnie.— Pronunció Yeojin.

Haseul sonrió con ternura, haciéndole señas a Yeojin para que se acercara a ella y finalmente envolverla en sus brazos, apretujandola contra sí  con todas sus fuerzas, queriendo protegerla.

—Yo también te amo, Yeojin.— Susurró contra su oído, demasiado bajo e íntimo para las dos.

Esto fue su primer amor, más inocente y puro del que quizá muchos no lograrían entender. Pero que para aquellas dos niñas lo era todo. Y así se mantendría por siempre, guardado bajo llave en su corazón.

Porque entre ambas habían descubierto tan sólo una parte del rompecabezas de lo que realmente es el amor. Su gran enigma.

Y quizá en un futuro serían capaces de descubrir el amor en su máxima expresión...

Juntas.

what is love? ✧ yeoseulDonde viven las historias. Descúbrelo ahora