Capítulo 15

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Zatara.

Al ver el amanecer estaba un día completamente precioso, el sol brillaba y había gotas de la lluvia de la madrugada cayendo por sobre las hojas, mi oído se había agudizado, ahora era capaz de escuchar los sonidos de la naturaleza sin necesidad de que halla silencio.

Hoy planeaba pasar todo el día en el arroyo me di una pequeña ducha y me asomé a la ventana observe entre los arboles y no había nadie así que me podía ir en paz sin que nadie interrumpiera.

Al querer salir por la puerta sin levantar sospechas, Belle menciono mi nombre.

─Zatara, ¿A donde vas?

─Solamente deseo ir a refrescarme al arroyo, Belle.

─ ¿Sin decirle a Nicolás? 

─Nada ha de pasarme, me iré. ─iba a irme sin mas pero me tomo del brazo. ─.Suéltame

─No puedes irte sola, al menos avísale a Nicolás.

─Nicolás no es mi padre, puedo cuidarme sola.

─Eres una novicia, no sabes defenderte de nadie.

─Déjame en paz, puedo cuidarme sola.

Me solté de su agarre y corrí hacia afuera en busca del arroyo.

Corrí y corrí hasta que pude estar frente al arroyo, el viento húmedo entro por mis fosas nasales inundando por completo mis pulmones.

Me quede en un short y una camisa ligera, me metí de una al arroyo, sumergí todo mi cuerpo, el cabello se me mojo por completo el agua estaba fría, me sentí tan bien justo en ese momento, no pensé en mis padres, no pensé en los padres de Nicolás, no pensé en Belle, ni Jósuf ni en Amét, no pensé en absolutamente nadie y eso me hizo sentir en calma.

Tuve la cabeza limpia y sin nadie quien me molestase.

─Veo que estas sola. ─mi paz interior no duro mucho.

Esa voz me sorprendió tanto que casi caigo cuando lo vi sonrió.

Casi olvidó el hecho de que Nicolás existía y he de decir que esos momentos fueron en verdad gratificantes.

─Había olvidado tu existencia... solo por unos segundos, se sintieron bien.

La sonrisa ensanchada que tenia se borro en cuanto dije lo que dije, ¿Que? No te encariñes, te lo dije desde que soy una niña.

─Supongo que no quieres que te acompañe.

─Supones muy bien Nicolás, ¿Quién eres? ¿Sherlok Holmes?

─Veo que sigues leyendo libros humanos.

─Solo porque tu me lo prohíbas no quiere decir que dejare de hacerlo.

─A veces desearía que fueras mas obediente.

─No soy tu perro, no puedes esperar que te obedezca siempre.

─Volveré dentro de breve, no te vallas sin mi.

Ignore por completo su ultima frase y segui nadando dejando sentir a mi cuerpo libre

Está muy concentrada hasta que alguien me habló

- Hola preciosa - voltie a verlo era un hombre de unos 25 o eso parecía era algo delgado ojiverde de un tono olvio su cabello rubio

Lo mire de pies a cabeza sin ningún tipo de discreción y no consteste sólo ignore
Se acercó hacia mi y se puso en cuclillas

- ¿Cuál es tu nombre?

MI MATE ES UNA NIÑA ©Donde viven las historias. Descúbrelo ahora