Cuentos de una mente intranquila

El peón que se creía rey

"... No hay nada que decidir, nunca hemos tenido una Reina sin Rey, y esta no sera la excepción. Una mujer no puede gobernar sola, y el pueblo necesita tener seguridad de que tendremos un heredero..."

Ojalá nunca le hubiera hecho caso a ese circulo de viejos amargados...

Ya estaba harta de ese hombre. Creía que lo tenia todo pero, solo es rey porque se caso conmigo... Siempre intentando aparentar que me tiene entre sus redes, que él es el rey porque se lo merece... Pff ¡Vaya estupidez!

*Flashback*

"...Estábamos en una fiesta donde había mucha gente importante, y tumbo "sin querer" un regalo que me iba a dar. Lo que realmente quería es que me arrodillara ante él para poder demostrar que era el rey de "todo" incluso de mi ...

Recogí el regalo y era un estúpido collar de diamantes.

Nunca me sentí tan humillada en mi vida, doblegada ante un hombre estúpido que se sentía con derecho sobre mi, como si yo fuera un burdo objeto que el muestra cual trofeo.Conocía la historia de otros reinos donde el Rey doblegaba a la Reina hasta el punto de quedar irreconocibles. Había apreciado con mis ojos como pasaban de ser hermosas y misteriosas criaturas a simples objetos de burla, todo por la codicia de un peón que se tomo demasiadas atribuciones...

Esto no se iba a quedar así, nunca aceptaría que en un futuro terminara igual que el de los demás reinos porque este era mi reino no el de él.

*Fin flashback*

Ahora estábamos en el jardín nuevamente en una fiesta, esta vez organizada por mi. Habían guardias en todas las entradas y salidas del palacio y del circulo de consejeros estaban todos presentes; cosa rara en este tipo de fiestas. Entre los invitados de la fiesta estaban aliados de otros reinos y habitantes del pueblo. Todos reunidos en esta gran celebración...

Aproveche que varios estaban mirando y me hice la típica estúpida enamorada y realice una escena poco común en este reino.

- ¿Mi amor has probado los bombones? están deliciosos- le pase uno con una sonrisa de enamorada.

Él estaba muy sorprendido por mi actitud pero no dudo en comérselo, ya que le encantaba demostrar que yo estaba totalmente "perdida" por él.

- Muy bien - dije levantándome para llamar la atención de todos - Hoy los he reunido aquí para celebrar una victoria más de nuestro hermoso y prospero reino. Gracias a mi marido - dije tomando su mano - hoy estamos seguros de que nadie intentara atacar, ni se atreverá como en el pasado, a conspirar en contra de la corona... - lo mire sonriente mientras el reía nerviosamente.

- Querida no sé a que te refieres... - dijo mientras miraba alrededor.

- Claro que lo sabes - dije mirándolo directo a los ojos- ¿Te acuerda de esa reunión en la que te estabas involucrado en actos de conspiración? Esto solo puede verse como traición hacia mi reino.

- Yo nuca hice es...- dijo mientras se tambaleaba y se le nublaba la vista poco a poco - ¡¿Qué me hiciste?!- dijo mientras le salia algo de sangre por la boca.

Todo el mundo estaba horrorizado pero nadie se movía ellos ya habían entendido de lo que trataba todo esto.

- Lo que te mereces - dije en una voz pausada y dulce pero con mucho veneno (figurativamente)- Me encargue que el veneno fuera lento para que entiendas en tu penoso sufrimiento que te casaste con una mujer sumamente peligrosa y con un gran orgullo.

El hombre la miro y entendió rápidamente que fue su error al pensar que el era su rey y la tenia engañada en sus redes cuando él siempre fue el que estaba atrapado como un estúpido ratón, creyéndose rey y solo era un simple peón.