Cometa

4 1 0
                                    


Aquí estaba en otra tarde en la playa, sintiendo el viento chocar en mi, elevándome poco a poco, podía ver el mar a la distancia, el mar tan azul, extenso y misterioso, tan hermoso e inmenso, también veía un barco a la lejanía con sus velas blancas con todo su esplendor, meciéndose suavemente en las olas mientras el viento lo guiaba, él no era muy diferente a mí, las velas y el viento lo ayudaban a explorar el enorme mar, a mi el viento me elevaba tan alto como quisiera, sintiendo las nubes y explorando el cielo. Lamentablemente el viento solía parar haciendo que mi viaje por el hermoso cielo fuera deteniéndose, haciendo que perdiera altura, que no pudiera apreciar el mar, el barco a la lejanía o la silueta de aquellas personas que estaba debajo de mi en la arena disfrutando de verme volar, elevarme y dar increíbles piruetas en el aire. Cuando el viento se iba yo volvía a la arena con aquella persona que me trajo.

¿Realismo mágico?

Cuentos de una mente intranquilaDonde viven las historias. Descúbrelo ahora