Morir para vivir

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 Había una vez una pareja de jóvenes que se amaban mucho. Ellos vivían en el exterior, en una ciudad moderna en busca de una mejor vida y estabilidad económica. Jasón de 22 años y Clara de 20 años, llegaron a esa ciudad hace dos años. El trabajaba arduamente en la construcción de un nuevo rascacielos y ella laboraba de mesera en un concurrido cafetín al norte de la ciudad. Ambos vivían en una modesta casa y con su salario podían pagar la renta, pagar sus deudas y al final de mes siempre les quedaba para salir a divertirse.

Todo iba de maravilla, ellos eran felices juntos y a pesar de su corta edad ellos tenían bien definidas sus metas que era en un futuro casarse y crear una familia.

Jasón era un joven alto de 1.83, de cuerpo musculoso ya que su trabajo ameritaba tener mucha fuerza, tenía unos ojos azules tormentosos y cabello dorado. Clara de 1.60 de altura, pelirroja y pecosa era una chica alegre y carismática.

Un jueves en la tarde de abril del 2014, Clara en su rutina laboral cuando se disponía a llevar dos croissants y un café con leche espumosa, sufrió un terrible desmayo cayendo al suelo de manera precipitada. Su jefe y sus compañeras de trabajo la auxiliaron de inmediato, Daniela su mejor amiga y compañera de trabajo llamo al 911 donde en cuestión de 15 minutos llego una ambulancia, donde bajaron dos paramédicos para revisar el pulso de Clara y darle los primeros auxilios, al ver que ella seguía inconsciente decidieron trasladarla al hospital más cercano, ingresaron a eso de las 5:00pm.

Mientras tanto Jasón culminaba su jornada laboral en el piso 96 del rascacielos. Siendo las 5:30 de una tarde un poco fría, donde toda la ciudad caminaba deprisa, Jasón se tomo un instante en un puesto de rosas y le pidió a la señora que le diera las más bellas, ya que hoy estaba de aniversario con Clara. De pronto recibió una llamada del hospital donde le indicaban que en horas de la tarde había ingresado Clara por un fuerte desmayo y necesitaba que él se dirigiera al piso 4, habitación 41-3, esto lo desconcentro e inmediatamente tomo un taxi ya que estaba a 45 minutos del hospital, al llegar subió velozmente al piso que le indicaron, topándose con el doctor Neblus quien de una forma pausada pero directa le indico que la joven Clara había tenido un desmayo producto de un tumor que estaba creciendo de forma precipitada en su cabeza, la cual obstruía el paso de oxigeno y provocaba dichas reacciones.

Jasón con numerosas lagrimas en los ojos y atónito, le pregunto al doctor Neblus que es lo que debe de hacer. El doctor Neblus le indico que Clara está en riesgo de muerte y debe ser operada con urgencia, pero dicha intervención no la hacen en el hospital y tiene que ser trasladada a una clínica privada, y el costo de la operación está alrededor de 35.000 dólares.

Jasón sorprendido y aturdido, no tiene más opción que respirar profundo y sacar de su bolsillo trasero un pañuelo para secar sus lágrimas e ingresar a la habitación donde se encontraba Clara. Allí la encuentra acostada pero consiente, logra abrazarla, tomar su mano derecha y el promete que todo saldrá bien. Jasón evito darle detalles de lo que a ella le ocurría para no estresarla.

El día viernes a las 8:00 am se va a trabajar como de costumbre y pide hablar con el ingeniero de la obra donde trabajaba, le comenta lo sucedido y le pide un préstamo de los tan apreciados 35.000 dólares para salvar la vida de su amada. El ingeniero de forma déspota y desinteresada le dice que eso no es de su importancia y que él está contratado para trabajar, no para pedir préstamos. Jasón al escuchar eso se siente frustrado, traga grueso y vuelve a sus labores, pero está muy preocupado del peligro que corre Clara.

Al salir de su jornada laboral se dirige al cafetín donde trabajaba Clara implorando una ayuda al jefe, el cual gustosamente decide ayudarle, pero con 5.000 dólares, para Jasón no es suficiente ya que le faltaban 30.000 dólares y el plazo que tenia era de 8 días para salvarle la vida a Clara.

Dos días más tarde la situación no dejaba de ser preocupante, Jasón al llegar a su trabajo se percato que el ingeniero le hacia un pago en efectivo a un proveedor de 30.000 dólares, justo lo que él necesitaba. Aunque Jasón no era un ladrón necesitaba el dinero, miro al cielo y pidió perdón por lo que iba a hacer, espero que el proveedor se fuera para robarle y poder completar el dinero para la operación de Clara.

Él lleva finalmente el dinero a la clínica y de inmediato Clara es trasladada en un helicóptero ya que dicho centro de salud queda a 8 horas de la ciudad.

Cuando Clara esta siento intervenida en el quirófano de la clínica, para extraer su tumor de manera exitosa, Jasón es capturado en la sala de espera por un grupo de 4 hombres vestidos de civil con gafas oscuras, donde sin mediar palabras se lo llevan por haber cometido el error de robarle el dinero a un supuesto proveedor, que realmente era un mafioso que entregaba permisos a empresas ilegales.

Pasado tres días Clara se está recuperando satisfactoriamente, pero no sabe nada de Jasón hasta que en un lujoso televisor se muestra el asesinato de un joven con las características de Jasón.

Por eso Clara jamás podrá olvidar aquel nefasto 26 de abril del 2014, cuando ella sale de la clínica recuperada y llena de vida y en ese mismo momento Jasón es sepultado bajo una fuerte lluvia.

Cuentos de una mente intranquilaDonde viven las historias. Descúbrelo ahora