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Mi habitación estaba llena de versos, poemas, cartas e incluso canciones que me atreví a escribir para ti, escondidas en un recóndito lugar que sólo yo sé encontrar. Mi corazon latía con fuerza al evocar tu rostro en mi mente, mis mejillas adquirían un tono carmesi capaz de darle vida a este decaído rostro y en mi boca se dibujaba una sonrisa con la sola mención de tu nombre. Las palabras fluian como agua en un Arroyo de sentimientos y, salían a su acuosa superficie cosas que jamas podré contar.

Hoy, me duele el pecho cada vez que te veo, en los ojos se me notan los celos, mi maldito egoismo me impide alegrarme de que estés  con alguien mas, que tu alegria y suspiros pertenezcan a otra persona.

A pesar de todo te juro, que el dia en que te hagan pedazos, no me va a importar lastimarme con tal de verte completa de nuevo.
Y tal vez...solo tal vez, las letras unidas en tu nombre puedan ser las que te reparen.

Grito De AyudaDonde viven las historias. Descúbrelo ahora