Día 7. Genderbend

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Estás feliz.

Es el día más feliz de tu vida. En tu pecho no cabe la inmensidad de ese sentimiento que comienza a llenarte. Estas en el día en el que tanto tu novia y tu van a contraer nupcias.

Era algo que ambos estaban esperando desde hace mucho.

Estas ahí, parado frente al altar. Los invitados están completos. La decoración del lugar es la adecuada. Flores blancas de todo tipo adornan los asientos, los pilares del templo.

Solo hace falta alguien importante. Ella.

Tu corazón comienza a latir con tanta fuerza que crees que se saldrá de tu pecho. Comienzas a sudar frio. Estar nervioso. Ya no sabes distinguir el porqué. Si es porque ese día unirán sus vidas formalmente, aunque ya tengan meses viviendo juntos. O si es por el hecho de que los minutos pasan y ella no aparece.

Unos pasos provocan eco en el lugar y todo el mundo voltea a ver quien entro.

Tu futura esposa, Aizawa Shoko* está ahí. Tan linda como el primer día que la conociste.

Camina con paso lento pero firme. Ella se acerca sola hasta altar, ahí para estar de pie a tu lado y que ambos confirmen el "sí".

Luce un elegante y sencillo vestido de novia. Es corto, a la altura de la rodilla, color blanco completamente liso. El único adorno en el son sus mangas hechas de encaje y el ramo pequeño de orquídeas blancas. Además lleva puesto un velo corto prendido a su cabello suelto, que cubre su rostro.

No hace falta saber si lleva o no maquillaje. Tu novia es hermosa y perfecta en todas sus facetas.

Desde las mañanas donde esta desaliñada, usando una pijama vieja. En el trabajo con sus ojeras y mal carácter instruyendo a los niños del futuro. O por las noches, cuando llega cansada a colocarse una ropa suelta para relajarse y ver juntos series hasta quedar dormidos. O si aun hay energías, disfrutas ese lado coqueto que te demuestra solo a ti cuando hacen el amor.

Tu rostro arde. Te sonrojas y sientes ganas de llorar, es que no lo puedes evitar.

La amas demasiado. Aun no puedes creer que esa mujer se case contigo hoy. Sí, ella. La que te rechazaba constantemente, te regañaba por tu ineptitud en el trabajo pero que aun así se tomaba la molestia de dedicarte tiempo y enseñarte como ser un mejor profesor.

No recuerdas el momento exacto en que se enamoraron, solo el tiempo y los momentos juntos lo determinaron. Tu forma de ser y la de ella, aunque contrarias, se complementan de manera perfecta.

Todos en el lugar sonríen felices. Compañeros y amigos del trabajo. Incluso los alumnos a quienes les dan clase están ahí para apreciar el bello momento en el que sus profesores favoritos unen sus vidas. Algunas de las chicas sueltan lágrimas de felicidad, limpiándose con un pañuelo.

Sus pasos terminan y llega hasta a tu lado.

Tus ojos no dejan de mirarla en todo momento. Dejas de prestar atención a tu alrededor y el padre te regaña por no escucharle.

Unas sutiles risas reinan el lugar y ella sonríe mirándote con esa expresión de siempre de "¿es enserio?", ambos saben lo despistado que eres, y eso es gracioso en esta situación.

La ceremonia comienza pero tu mente sigue divagando. Todos los recuerdos de ustedes dos llegan. Los momentos felices, los tristes, hasta las discusiones. Cada faceta, cada expresión, cada palabra especial, todo es realmente perfecto.

Porque no necesitan ser la pareja perfecta para poder ser felices juntos. Sus imperfecciones también les hacen fortalecer la relación, crecer y desarrollarse como personas de manera individual.

La miras de reojo, ella está atenta a las palabras de quien dirige la ceremonia.

Te enfocas en la figura de su cuerpo, en específico a esa pequeña, sutil curvatura en su vientre. Vuelves a sonreír.

Shoko usaba un vestido suelto de la cintura para abajo para que no se notara porque, bueno, aun no hacen oficial la noticia a los demás.

Están esperando un hijo. Una personita que se formo y crecerá gracias a el amor inmenso que se tienen uno del otro.

La ceremonia termina pero antes de eso, levantas el velo que cubre su rostro y ves su mirada. Brilla de alegría aunque ella no sonría, pero a pesar de eso sabes que está feliz, igual o más que tú en ese momento.

Sus rostros se acercan y de forma simbólica sellan su promesa de amor con un suave beso. Los aplausos se oyen por todo el lugar y las ovaciones de buenos deseos también. Te separas, no dejas de sonreír, te sorprende que tus mejillas no duelan por sonreír tanto ese día aunque es algo normal en ti estar sonriente siempre.

"Te amo, Toshi" dice ella, antes de que puedas decirle, ella se adelanta.

"Te amo, Shoko" sabes que no es el inicio, pero si una parte más de su largo recorrido por la vida que ambos decidieron compartir. 



Y con esto doy por terminada la semana erasermight de este año uvu 

Espero que hayan disfrutado de alguno de mis escritos. 

Nos seguimos leyendo en mis otros fics de esta hermosa ship~ Bye-bye~ 

* ~ Semana Erasermight 2018 ~ *Donde viven las historias. Descúbrelo ahora