Dos es mejor que uno- Marichat/ Lukanette

Capitulo 10

__Es... Kagami__ es ese preciso momento cuando siente como si su corazón fuese de cristal y se demorona a pedazos por una puntada que vino de esa palabra.

__¡¿La chica de corazón de hielo?!__ La cara de Adrien se deforma mientras ve a su compañera retractarse torpemente de sus palabras. __Quiero decir...¡si, el hielo! Deberías invitarla a la pista de hielo__ muestra sus dientes como si su sonrisa tapara el dolor que esa conversación le causaba. Su amor ,el chico del que estaba enamorada le confiaba como a un simple amigo de quién se había enamorado, o eso creía el rubio.

__Que buena idea Marinette, pero apenas puedo hablar con ella, y no tengo el valor de pasar el rato a solas__ la linterna de estupidez se enciende en su cabeza, y sí, aunque no quiera decirlo no tenía control sobre ello. Marinette estaba demasiado acostumbrada a tratar de hacer feliz a su enamorado sin importar acciones ni consecuencias.

__Yo puedo acompañarte si quieres.

__¿De verdad, harías eso por mi?.

__Claro que sí Adrien, para eso son los amigos__ amigos...amigos...¡¡¡¡amigos!!!

__Eres increíble Marinette, te veo al rato.

__De acuerdo__ borra toda sonrisa y posa ambas manos en su cabeza __Tikki dime que esto no acaba de pasar.

Luego de que sus amigas intentarán resolver éste embrollo, Marinette decide escapar del griterío ensordecedor. La idea de abandonar la lucha por Adrien Agreste y apoyarlo en esto, su repentino enamoramiento no les había pegado muy bien a sus cinco mejores amigas que intentaban convencerla de lo contrario, pero Marinette ya había tomado una decisión en la que su corazón se veía bastante involucrado, pero que importaba, para "eso" estaban los amigos.

__¿Tu corazón dice algo como esto?__ otra vez esa melodía que delataba todas y cada una de sus emociones, sentimientos y dolencias.

__Hola Luka__ podía jurar que por un segundo todas sus tristezas se alejaron dejando en ella una pequeña sonrisa con una luz de esperanza fija.

__En mi opinión una chica como tú debería sentir algo como esto__ su melodía le llene el alma y la calma viene a ella dejando todo atrás sin nada que la perturbe. __y el que te hizo sentir así no es más que un__ su última melodía le resulta graciosa y ríe.

__Gracias Luka__ el chico continúa tocando para ella. Tal vez la idea que se le había ocurrido esa tarde no era tan mala, tal vez una cita doble le haría muy bien, ayudando a su amigo y pasando tiempo con una persona que poco a poco tomaba lugar en su corazón. __Qué harás mañana en la tarde__ fue demasiado extraño para ella, no necesitó reunir valor para lanzar esas palabras de su boca, no le tembló el habla ni mucho menos sintió...nervios antes él.

No podía negar que ver a Adrien y Kagami tomados de la mano le causaba un vacío dentro suyo difícil de explicar que le impedía concentrarse para así manetenerse en pie en la pista de patinaje. Pero eso no era constante, su atención se desviaba a otro punto, o a otra persona. Patinar con Luka no sólo era agradable para ella, sino que por primera vez sentía que la atención de otro estaba en ella y sólo para ella, Luka no la dejaría caer y ante sus habilidades en el patinaje podía sentirse aún más segura. Tal vez Tikki tenía razón, Marinette confundía la gentileza de las personas con el amor, o tal vez ya sea tiempo de apuntar a otro blanco.

Fue en ese momento donde sintió que la pista era sólo de ambos, él la sostuvo en sus brazos y bastó para enamorarla por completo. Ahora patinaba sin tropezones, podía matenerse en pié pero una simple mirada hacia la otra pareja le dejó un fuerte golpe en el suelo, su espalda dolía y su trasero casi quedó plano.

__¿Estás bien?__ su mundo dejó de girar, sus latidos retumbaban en sus oídos. Dos manos extendidas bridando ayuda acompañadas de hermosas sonrisas y a la vez preocupación. Era como si en ese momento debía tomar una decisión, qué mano debía aceptar, más bien a cuál de esos dos chicos iba a elegir. Luka, quien en lo poco le había brindado sólo momentos hermosos donde le hacía sentir más que bien y cómoda siendo ella misma, o Adrien, aunque sin intención  lastimandola cada día que pasaba al no ser correspondida pero siemrpe atento y amigable brindado su cariño lo cual era demasiado valioso para la peliazul enamorada.