Te ví, y cuando lo hice supe que podría hacer más que amistad.
Te grité pero no volteaste.
Tomé tu mano pero la arrebataste de las mías.
No pude detenerte, y solo me quedé ahí parado viendo como desaparecías.
Lamento no preguntar tu nombre, no darte tiempo para amarme también …, lamento haber besado tus labios y probar lo salado de tus lágrimas en aquel callejón.
Lamento haber robado tu inocencia, la misma que perdí cuando mis labios rozaron los tuyos.
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De gritos a susurros escritos.
PuisiPedacitos de un corazón. De tableros a palabras. Escritos de mi tablero y de mi interior. •Poesía 111218