Capitulo 11 "Un cambio de aire nada agradable"

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Las mañanas en Moscü no eran lo que se digan las mas agradables para alguien que esta acostumbrado a los climas mas cálidos. 

México: que frío...~ — se queja cubierto con las sabanas hasta la cabeza

Con algo de temor Lituania tocó la puerta avisando que entraría a la habitación

Lituanos: Este... Señor México... — titubeo un poco — E- el se-señor Rusia dice que lo espera en el comedor

México maldijo en voz baja, estaba muy a gusto entre las mantas como para querer salir, sin embargo, su estomago no pensaba igual dejándolo en un conflicto interno si dejar su comodidad y saciar el hambre que tiene o... Quedarse en su cuarto e ignorar las posibles consecuencias de sus actos.

Lituania: ¿S-señor México? ¿S-sigue a-ahí? — insiste un poco — s-si se siente mal p-puedo avisarle al s-señor R-Rusia y a la señorita Bielorusia.

De verdad no le daban ganas de bajar pero ¡no manches! El hambre lo estaba matando.

México: ¡No es necesario! — se apresuro a decir — bajaré, tal vez me tarde un poco en bajar...

Con algo de esfuerzo logro bajar de la cama, se vistió con lo mas cómodo y acogedor que tenía antes de bajar a desayunar siguiendo a Lituania. Tenía que decirlo, Rusia tenia un gusto demasiado "único" sin llegar a lo extravagante.

Al entrar al comedor, había una mesa no muy grande pero tampoco muy pequeña. El desayuno que estaba servido era muy diferente a lo que estaba acostumbrado a probar, mas no le molestaba si tiene buen sabor.

México: ¡Buenos días Rusia! — saluda alegremente

Rusia le saluda con su usual sonrisa que a diferencia de su hermana menor esta le fulminaba con la mirada desprendiendo unas claras intenciones de matarlo.

No le caía bien la presencia de la bielorrusa, ¡es más!, si el fuera su mujer, que Dios no lo quiera..., le pusiera veneno a su café ¡El se lo tomaría sin miedo ni culpas!. Ok tal vez exageraba, pero así serian las cosas: Le valdría el gorro la presencia de esta.

Cuando los tres se dispusieron a desayunar de cada tanto tiempo México intentaba entablar una conversación con el ruso relatando algunas anécdotas de las visitas que hacia algunos países, preguntas entre ambas culturas como de porque los rusos nunca sonreían o como podían soportar el fuerte frío, etc. A Rusia nunca le molesto, sin embargo, no siempre contestaba rápidamente debido a la conmoción de ser uno de los pocos países que no le temía.

La única que estaba disgustada era la bielorrusa que hacia un esfuerzo sobrehumano en no clavar las uñas encima de la mesa. Le era indignante que un Latino cualquiera le hablara con tanta confianza a su querido hermano.

Lituania al notar su descontento se apresuro a calmar un poco la situación.

Lituania: ¿D-desean algo más?

México: con este frío se me apetece un chocolate caliente — se frota las manos — en mi casa es muy raro que haga frío a esta temperatura

Rusia y Bielorusia negaron, Lituania se retira del comedor a un paso algo apresurado sin verse molesto o irritante.

Rusia: eres muy sensible al frío, Da~ — afirma mientras da un sorbo a su te

México: je, je... — rasca su mejilla — ¿tan evidente soy?

Rusia asiente

Rusia: Es normal que no estés acostumbrado al frío, la mayoría de mis habitantes siguen siendo intolerantes al frío

(resubido) (Rusmex) El Inicio De La Felicidad Donde viven las historias. Descúbrelo ahora