HIstorias de mi cabeza

Siempre estoy contigo

Y ahi estaba yo... mirando hacia el horizonte, pensando con suma melancolía si realmente vale la pena seguir luchando,

"¿Vale la pena seguir viviendo...?" lágrimas comenzaron a brotar de mis ojos como gotas de lluvia, mi vista se fue tornando borrosa y en eso llego a mi un recuerdo...

Recuerdo de aquellas personas que ya no estan aquí a mi lado, que algunos se fueron para no volver mas. Miro hacia el cielo esperando a que baje algún ángel y me salve de esta agonía que parece no tener fin.

Pero al final no ocurre nada... el ángel no bajara y nadie podrá salvarme.
Cierro mi corazón al mundo, al cruel mundo y al tiempo que no espera a nadie, los cuales se han llevado a tantas personas en esta vida...

En esta vida que sigue adelante a pesar de todo...

Yo estaba allí sentado encima de una roca, mirando el mar y recordando todos los bellos momentos que tuve en esta vida antes de decidir dar el paso final.

Me encontraba apunto de decirle "adiós" a este mundo cuando oigo una voz detrás de mi, al momento de voltearme me di cuenta de que era mi padre...

Era él, el cual al verme de frente me dijo, "Hijo, no lo hagas... aun te queda un largo camino por recorrer, esto es solo una parada mas de las muchas que habran"

yo... sin poder contener el llanto y con la voz quebrada le respondí,

"¡Lo sé...! pero es que ya no puedo más... quiero volver a tenerte cerca... volverte abrazar... volver a sentir tu calor y el como me iluminaba tu luz... no estaba preparado para perderte..."

Él camino unos pasos hacia mi y con gentileza me abrazo... ahora cerca continuo hablándome, dijo que siempre me ha estado acompañando, sintiéndose orgulloso de todos y cada uno de mis logros.

Al oírlo le devolví el abrazo con mas fuerza... aferrándome a él, sin intención de dejarlo ir

Este me dio unas palmadas en la espalda y me dijo al oído "Una parte muy importante del viaje que estás tomando, es el que aprendas a perdonarte y dejes ir aquello que ya no está contigo, eso es una  parte vital del proceso de crecer"

le respondo manteniendo el férreo abrazo, ahora calmado al volver a sentirlo entre mis brazos, "¡No me gusta crecer! quiero seguir siendo un niño, quiero volver a aquellos tiempo en donde era feliz a tu lado... cuando viajábamos a la playa en bici solo para bañar a nuestro perro, quiero volver a aquellos días en donde cada noche nos desvelábamos viendo películas..."

justo antes de continuar, mi padre se separo en un instante de mi y me calló la boca posando este su dedo en ella, me miro con preocupación en su ojos, los cerro. respiro.  y, al volver abrirlos, me dijo con decisión.

"Sé muy bien que quieres volver a aquellos tiempos, soy el primero en querer volver a vivir para pasar mas tiempo junto a ti, pero también soy el primero en querer decirte esto... no es bueno vivir en el pasado, porque desaprovecharas tu presente y acabaras por perder tu futuro, es por ello que tienes que seguir adelante"

Mientras me decia esto, este me secaba las lagrimas, como si me prepara para que pudiera hablar con claridad, y asi las palabras salieron de mi boca como pájaros al alzar vuelo

"Tengo miedo de lo que traerá el mañana"

Mi padre me miro con una sonrisa en la cara al responderle eso, y replico, "todos tenemos miedo al mañana... eso también es parte de crecer, pero eso también es maravilloso. Nunca sabrás lo que te deparara el futuro, puede ser bueno o puede ser malo, es un misterio, pero ese misterio no se sabrá qué es hasta que tú vayas y lo descubras, ¿tiene sentido no?"

Al final le respondí con una risita

"tienes razón"

Los dos nos dimos un ultimo abrazo antes de volver a despedirnos y nos dijimos mutuamente un "te amo papa/hijo"

luego de esto, lo vi como se volvía a alejar... pero ahora ya no sentí la tristeza que sentía al principio, es más... ahora me siento como renovado. Baje de la roca, tome devuelta mis cosas y me prepare para emprender mi viaje de camino a mi casa, claro, no sin antes despedirme como corresponde.

"chao papá, nos vemos"

mi padre me miraba con esa sonrisa tan característica, y se despidió con un gesto de la mano.

Al darme la vuelta fui a buscar mi bici, me monte en ella y ya por fin comienzo el viaje... ahora me siento más ligero que cuando estaba encima de esa roca.

"Mañana será un nuevo día y un nuevo comienzo"