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Otro día más en el hospital, nunca pensó que estar todo el día en la cama fuera tan fastidioso. Todos sus familiares habían venido a visitarlo, (Incluso los Córcega) excepto Temo.

Sus pensamientos fueron interrumpido al escuchar el sonido de puerta abrirse y escuchar una voz reconocida para él.

-Amor, ¿Ya estas mejorando?- Preguntó Adrián.

-Claro-

Adrián se sentó en una de las sillas que se encontraban a lado de la cama.

-¿Por qué nunca me lo dijiste?- Preguntó con la mirada hacia sus piernas.

-¿A qué te refieres?-

-No te hagas el tonto, ya no hace falta seguir ocultándolo.- Dijo mirándolo fijamente a los ojos.

-Pero yo no tengo idea de que estas hablando.-

-¡Por lo de Temo!.-

Diego quedó mudo.

-¿Por qué no me lo dijiste desde el principio?- Las lágrimas comenzaban a caer de sus mejillas que estas se tornaban de un color rojizo, ya no aguantaba.

Diego no sabia que decir.

-¿Crees qué soy su reemplazo?, ¿Crees qué soy tú segunda opción?. Pues te lo diré... ¡No lo soy!.-

-¿Tú cómo es qué sabes de Temo?.- Preguntó confundido.

Adrián saco algo de su sudadera, que era una especie de carta.
Se la entrego a Diego para que la leyera.

Y en efecto Diego comenzó a leerla. Al acabar miro el remitente, y ver que la carta fue enviada por Temo.

-Yo... No sé que decirte.- Dijo Diego entendiendo lo que estaba pasando.

-Si tan sólo me hubieras dicho desde el principio, yo no me hubiera ilusionado contigo.- Dijo llendose hacia la puerta.

-Lo siento.- Dijo antes de que tomara la perilla de la puerta.

-Eso no repara el daño que me has causado.- Limpio con la manga de su sudadera las lágrimas que seguían cayendo.

-Prometo enamorarte de nuevo, pero por favor no me dejes solo.- Rogó.

-Sabias que algún día me iba a enterar así que, ¡Acaptalo! Se acabó.- Dijo para irse.

Ahora ya no sabia que hacer. Ahora estaba solo de nuevo. Pero que importaba ahora ya tenia una preocupación mucho más grande.

Dime... [Tiego]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora