¿Por qué?

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Esos chicos cobardes huyeron al verme. ¿Tengo cara de ogro o algo? Sean pendejos. Cargué al niño herido y caminé hasta la ciudad, pueblo, aldea... A ver, que da igual lo que sea. Lo llevé a mi casa en vez de ir a un hospital. Soy muy inteligente, I know.

Todo estuvo tranquilo, hasta que...

[Explosión pantalla verde.mp4]

Se escucho una explosión a lo lejos del pueblo, o al menos no tan lejos. O sea, lejos pero no lo suficiente porque se escuchó. ¿Cachai'?

Le dejé al niño a mi vecino y salí corriendo hacia donde se escucho esa explosión en vez de ir al lado contrario. Siempre dando el ejemplo de qué es lo correcto para hacer en una situación de riesgo, la cual es demasiado probable que fuera causada ese tipo otra vez, ya que no conoce otra jugada para atraerme más que explosiones, secuestros, vandalismo... ¡SECUESTRÓ AL GATO DE LA SEÑORA OLIVIA EL AÑO PASADO! Pinche loco, no mames. ¿No puede variar? La próxima no voy.

—¿Qué verga? —dije sorprendida (duh). Había una anciana en el suelo, a punto de ser golpeada por un robot. Tengo miedo, ¿a este pINCHE PUNTO LLEGAMOS? ¡LE HABLARÉ A LA DOCTORA POLO PARA CASO CERRADO, TÓXICO PUTAPARIÓ! ¿Putaparió? ¿Qué es eso? Cada vez me luzco más en situaciones de riesgo. ¡Cierto, la vieja!

No tan lejos de la "situación" se encontraban piezas de robots destruidos, tal vez explotaron... O sea, es obvio, todo lo que tenga que ver con ese tipo explota, primero sus robots y le sigUE SU CARADURA. Además no creo que esa vieja sea Hulk, sería muy tétrico, ya que, su camisa se rompería y... ¡Asco!

—¡Oyə, ņıñä! —se escuchó la voz de ese renacuajo sociópata con más claridad, aún seguía con estática. Aww, está en la flor de su pubertad—, ¡detén æ ese řøbøţ! —uy señor delicadeza, que bella forma de hablarle a una dama...

—¡SÍ! —grité, había olvidado a esa anciana, mi culpa. Me dirigí al robot y le dispare con la pistola, congelándole al instante. Debería comprar helado, y también leche. Se acabó hace poco y...

Sorpresivamente, el Robot rompió el hielo que lo cubría y giro su cabeza hacia mí. Ay, mi belleza lo atrajo. Debería decirle que no doy autógrafos. ¡Sabía que ese perfume era el indicado! Tapa que no me baño desde hace dos días. ¿O eran tres...? Cuatro para mí, cuatro para ti.

—Niñata insolente —dijo con una voz sorpresivamente robótica el robot... Ah, no. Okay, me jodí. Lol.

—Mier... ¡¡MIRA!! ¡ES MORDECAI MONTADO EN UN UNICORNIO MORADO! —grité señalando al lugar opuesto de donde estábamos. Dashidashi run run. ¿Arranca o no arranca?

—¡¿DÓNDE?! —dijo el pendejo del robot, dirigiéndose a esa zona como tonto... Un momento. OH DIOS, ELLOS SÍ ESTÁ AHÍ. Ahem, ¡CAN WE PRET...! Ok, sí, huir.

—¡ADIÓS, PIDE AUTÓGRAFO POR MÍ CARNAL! —grité alejándome con la anciana cargada en mi espalda. Pinche weona, pesa la wea, esto no es una wea para webear.

—Oh por mi Dios Vegett...

Cuando estábamos ya lejos, el robot estalló en mil y un pedazos (ni más, ni menos), asustándome al punto de dejar caer a la vieja. Ella se levantó ahí un poco adolorida-, pff, exagerada. Yo salí volando y no me quejé así... ¿O sí lo hice? Oh yo, ¿y si Mordecai y Twilight explotaron?

—Niña, debes tener más cuidado con los ancianos —dijo riendo.

—Sí, supongo —claro que no, loca exagerada. Ah, perdón, sí—, ¿dónde es tu hogar?

—No tengo un hogar —comentó con una mirada triste. Oh no. Nononono, eSTA TRAMA ME LA SÉ.

—Yo... ya veo —dije mientras miraba en la dirección donde quedaba la aldea—, si quieres puedes quedarte en mi hogar; casi nunca estoy allí —tenías que abrir la boca, pendeja. ¡CALLATE, CÁLLATE!