— Wu YiFan, si mi prometido te invito fue por pura cortesía, ahora mismo exijo que te alejes de mí —reclamó el rubio más pequeño, haciendo puchero y retrocediendo cada vez más.
— Anda bebé, se que me extrañas —murmuró el castaño, de un momento a otro tenía el cuerpo menudo del chiquillo atrapado entre sus brazos y ambos par de labios pegados.
Comenzaron a salir los suaves jadeos de la boca del más menor, mientras que el castaño se encargaba de estimular las protuberancias bajo la bonita camisa blanca.
— Creo que esto molesta, mi amor —besó la mejilla del rubio y procedió hacer mierda la camisa, rasgandola como un animal— Te voy hacer recordar cuanto te gustaba que te la metiera, melocotón —susurró y mordió el hombro del cuerpo ajeno.
— ¡Aah YiFan! ¡Sí joder! —
~×2 Minutos antes de la boda×~
— ¿Dónde mierda se supone que esta metido Huang ZiTao? —habló un enfadado BaekHyun, su mejor amigo aún no llegaba y la verdad es que no faltaba nada para comenzar la hermosa ceremonia por la que trabajó tanto.
— No lo sé, te lo digo, desapareció en cuanto supo que Wu YiFan estaba invitado —comentó LuHan, él estaba a cargo de las invitaciones, por supuesto sabía sobre la especial invitación que mandó hacer SeHun para invitar al bestia de Wu.
La intención de Oh era ver la cara de derrota que ponía el mayor de los Wu, ver cómo todo se derrumbaba para él, porqué el amor de su vida se iba de sus manos para siempre.
¿Qué si no amaba a ZiTao? ¡Claro que lo amaba! Y también quería ver la cara del idiota de Wu YiFan, quería destruirlo por completo, quitarle todo.
Tal y como ese maldito rufián lo había hecho con su familia.
Arrebatándole a lo único que amaba más que su vida.
A Tao.
~×~
— ¡A-ah! ¡Kris! —gimió el rubio, mientras el alto lo penetraba con rapidez.
—Dios, tan estrecho —susurró y besó los labios ajenos.
— No pares, no lo hagas —habló una vez que se separó del beso para poder gemir con libertad.
— Tao bebé, ¿estás aquí, cariño? —se escuchó un golpeteo directo de la puerta de aquella linda habitación, el menor tragó saliva con fuerza y mordió su labio, su rostro demostraba temor al reconocer la voz de su futuro marido.
— Oh mi Dios... —susurró y trató de alejar a Wu YiFan, pero no lo logró, el bestia no se movía y necesitaba echarlo a como de lugar.
— No me moveré, cielito —rió suave y volvió a penetrar al más bajo, está vez con un vaivén lento.
— S-seHun, y-ya voy —habló fuerte aunque no claro, joder, estaba extasiado, necesitaba tanto al mayor.
— ¿Cariño? ¿te golpeaste o algo? ¿estás nervioso, quizá? ¿bebé? —habló el platinado, estaba preocupado, había escuchado el tartamudeó de su prometido.
— Agh, estoy b-bien SeHun, y-ya sald... saldré ¡Aah! —exclamó al sentir como YiFan daba con su próstata.
—Así nene, gime más para tu papi —susurró Wu y besó sus labios con fuerza.
— ¡Voy a entrar! —advirtió y trató de tirar la puerta.
— ¡SeHun por Dios! —se escuchó la escandalosa voz de BaekHyun.
— ¡Señor Oh, déjelo en paz! —gritó LuHan alterado.
— 1, 2, ¡3! —gritó con fuerza el platinado y logró derribar la puerta, viendo la asquerosa escena frente a él.
ZiTao estaba siendo tomado por su peor enemigo, sintió como la sangre se le subía al rostro, estaba rojo de cólera, empuñó sus manos mientras veía como Wu YiFan lo miraba con una sonrisa y su prometido lo miraba aterrado.
— SeHun cariño, no es lo que parece, joder, Wu quítate —dió golpes indoloros en el pecho del más mayor, tratando de alejarlo.
— ¿Por qué mierda no le dices de una puta vez la verdad? Escucha SeHun, Tao está enamorado de mi desde la Secundaria, que hayamos tenido una pequeña diferencia entre nosotros no significa que debes tirartele encima y casarte con él, es mío ¿no lo entiendes? —rió con amargura YiFan, salió del cuerpo del menor, subió la bragueta de su pantalón de tela negra.
— SeHun, amor... —trató de acercarse el rubio, más el castaño no lo dejó, sujetó sus brazos con fuerza y lo sostuvo.
— Se acabó Oh, te gané —
