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— ¡Dahye! — Gritó Jungkook despertando a la rubia quién ya se había quedado dormida desde hacia unos minutos.

— JungKook, amigo del alma, te quiero mucho pero son las dos de la mañana, déjame dormir. — Dijo Dahye abriendo un ojo.

— Alguien tuvo una accidente allá afuera y creo que es TaeHyung. — Dijo JungKook desesperado.

— ¿Quién es TaeHyung? — Preguntó Dahye confundida.

— No importa, te lo cuento luego pero por favor, salgamos a averiguar.

— Está bien pero sino pasó nada te la vas a ver conmigo por no dejarme dormir.

사랑

— ¿Ves? Te dije que no había nada. — Dijo Dahye alumbrando con la linterna de su celular.

— Pero te juro que escuché unos gritos y el sonido de un auto impactando contra algo.

— Te creo. Mejor busquemos por aquella zona. — Dahye y JungKook caminaron un poco hasta cruzar la calle y ahí lo vieron, era TaeHyung tendido en el piso bañado en sangre. Lo habían atropellado y dejado ahí.

JungKook se quedó paralizado observando a TaeHyung tendido en el piso, lucía como sí estuviera muerto y eso hacía que JungKook se alarmará aún más.

— ¡Llama a una ambulancia! — Gritó Dahye y los recuerdos de aquella noche regresaron a JungKook.

FlashBack.

— ¡Llama a una ambulancia! — Gritó su padre desesperado.

Fin del FlashBack.

Sin que JungKook se diera cuenta ya se encontraba tirado en el piso llorando a mares, no soportaría otra pérdida más.

— JungKook, no llores. Todo va a estar bien. — Dijo Dahye abrazándolo.

— ¡No es cierto, tú no me conoces, no sabes lo que es perder a alguien que de verdad amas! — JungKook estaba tan concentrado en su dolor que no se estaba dando cuenta de Dahye también empezó a llorar.

— ¡Claro que lo sé! ¡¿Crees que para mí fue fácil ser echada de mí propia casa porque mí mamá decía que era mí culpa que mí papá haya muerto y que soy una inútil?!, no ¿verdad?, ¡Tú no me conoces, no sabes nada de mí, solo estamos jugando a ser amigos y ya!

— Lo siento Dahye, soy un idiota, perdóname, por favor. — Ambos se volvieron a abrazar y lloraron desconsoladamente uno en los brazos del otro. Su llanto era tan desgarrador que despertaron a todo el vecindario pero no les importaba, por fin ambos habían encontrado el consuelo que necesitaban.

사랑

— ¿Crees que esté bien? — JungKook estaba tan nervioso que se mordía las uñas.

— No lo sé. No te quiero dar falsas esperanzas. — Dijo Dahye igual de nerviosa que él. Ella no conocía a aquel chico pero era demasiado importante para JungKook y eso bastaba para que ella también se preocupara. Ahora que tenía un amigo iba a tratar de ser la mejor amiga que podía ser. — ¿Ya llamaste a tus amigos?

— No... — JungKook se había olvidado por completo de llamar a Jin y a JiMin para informarle de lo sucedido. — Ahora vuelvo.

— Hola, ¿quién habla? —
Dijo Jin al otro lado de la línea.

— Soy yo, JungKook.

La décima cita (VKook, Omegaverse) | Wattys 2019.Donde viven las historias. Descúbrelo ahora