Capítulo 18

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Cerré mis ojos con fuerza cuando sentí como poco a poco el sueño me iba abandonando, no quería despertarme, estaba más que cómodo y caliente arropado entre esas suaves sábanas, con el cuerpo de Jin tan pegado al mío, su pecho contra mi espalda mientras uno de sus brazos me sostenía firmemente por la cintura. Sí, no es que haya tomado o me hayan drogado, estaba más que conciente de lo que había sucedido la noche anterior y no quería volver a la realidad a preocuparme por ello.

Al final, abrí muy perezosamente los ojos, mi vista terminó de ceder y observé ese lado destruido de la habitación, con la luz de la mañana entrando por las ventanas rotas. Aguantando las protestas de mi omega por quedarnos en cama en los brazos de quien él consideraba su alfa, recordé que tenía poco tiempo, pronto el celo volvería a nublarme los sentidos y si no era mi olor el que despertaba a Jin, sería yo rogándole que me haga suyo de nuevo, como si mi parte trasera no estuviera ya moldeada para él por todas las veces que lo hicimos durante la noche y gran parte de la madrugada.

Con cuidado, tomé la muñeca de la mano de Jin y aunque este protestó aún dormido, me moví con cautela para lograr sacarme su brazo de encima. Parándome de la cama, lo primero que hice fue buscar mis boxers y mi pantalón, no era buena idea tomar un baño.

Observé mi celular y solté un sonido parecido a un gruñido al notar las diez llamadas perdidas de Jimin, y un par de Jiyeon. Estaba intentando realmente no pensar en lo que había ocurrido la noche anterior, no quería que mi mente o los malos pensamientos me dominen y termine llorando al pensar que la unión que sentí durante la noche fue solo nuestro lado animal follando. Ambos en celo, no había mucho que razonar. Soltando un largo suspiro, presioné el botón para devolver la llamada de Jimin y coloqué el celular cerca de mi oreja.

"¿Taehyung?" Escuché la alarmada voz del amigo de Jin.

"Sí." Caminé por el enorme penthouse buscando el baño, tenía que confirmar lo que mis recuerdos me decían.

"Oh, santo Dios ¡Estás vivo! Hombre, te he estado llamando como cincuenta veces ¿Dónde has estado? Estaba considerando llevar a la policía al penthouse para saber si había un cadáver ahí."

"Sí, que gracioso Jimin." Suspiré, al fin encontrándome con el gigantesco baño, intentando no admirar detalles, me coloqué frente al espejo, confirmando lo que recordaba. "No me mordió..." Murmuré más para mí que para Jimin, aunque claramente el pudo oírlo.

" ¿No? Bueno, eso es sorprendente considerando la situación de los dos, quizás simplemente su alfa no te quiere o Jin es el único alfa no posesivo de la historia mundial."

Claro, no me mordió el cuello, lo demás estaba hecho un desastre entre tantas marcas de propiedad rojas por cada lugar de mi abdomen e imaginaba que espalda igual. Si lo pensaba, aún sentía sus cálidas mordidas devorándome y robándome hasta el último aliento, me sorprendió no desmayarme durante la noche.

Mierda.

"Jimin, escucha." Volví lentamente a la la habitación de Jin. "Necesito salir de aquí, él ya está bien y yo no. Quiero ir a mi casa."

"Sí, por eso mismo te llamaba, no sabía si deseabas quedarte con él o ... "

"Mi casa, Jimin. Ahora."

"De acuerdo, de acuerdo." Él suspiró," Vístete, te mandaré un mensaje cuando el auto esté liso en el primer piso, ya sabes que no tienes nada de que preocuparte."

"Sí, gracias." Iba a cortar, hasta que recordé otro detalle importante. " Espera, espera."

"¿Qué sucede?"

The Perfect OmegaDonde viven las historias. Descúbrelo ahora