🍀
Como siempre, solté un suspiro lleno de molestia cuando llegué antes que la profesora de fotografía industrial. No tenía idea porqué siempre llegaba a la hora exacta cuando ella se encargaba de dejarnos esperando en el pasillo del séptimo piso, con el frío aire de las mañana ventilación. Al ser una Universidad de omegas y betas, te das cuenta que lo único que eres es un grano en el mundo, que no importas, un granito de arena, uno más entre infinidad de personas.
¿Cuántos como yo habrían cometido errores en su vida? ¿Cuántos omegas estarían pasando por lo mismo? Ser excluidos, ser maltratados y nombrados como una abominación tantas veces, que ya no hay forma de que no te lo creas; muchos lo consideran exagerado, pero poco comprenden lo que es tener un pensamiento tan adentro en tu subconsciente que no importa cuanto te quieras sentir hermoso o normal, no eres normal, yo no lo soy, porque soy una persona que cometió un error y ahora me tratan como el peor pecado existente.
Me acurruqué en la gruesa polera verde de Jin, él la llevó en su auto exclusivamente para que yo la use cuando volvimos del estadio, realmente con él todo ha salido relativamente bien. Jin se empeña en hacerme sonrojar o en decirme lo hermoso que me ven sus ojos, además que Youngmin y él se llevan tan bien que parece mágico, creo que pronto podrá entrar a mi casa y quedarse por unas horas sin ningún problema.
Siempre es bonito pensar en Jin, eso me da muchísima calidez.
Levanté la mirada solo cuando la profesora Park llegó, como siempre, pidió disculpas por su tardanza. Todos entramos al salón, congelándonos de frío y entonces me senté, tal cual en cada una de sus clases, en el asiento del final de la segunda fila, cerca de la puerta de salida. Odiaba las clases de los viernes, no porque fuera malas, realmente la fotografía industrial me llamaba la atención como cualquier otro curso, sino porque no me tocaba con Jungkook, ni siquiera con el idiota de Taemin, que, sea como sea, me platicaba y sabía que contaba con él para emergencias, como por ejemplo...
"Bueno alumnos. El trabajo de hoy es grupal, así que quiero que formen grupos de cuatro o cinco, en unos minutos paso para indicarles que tienen que hacer".
Sí, esta es una emergencia.
Observé como mis compañeros , tanto los omegas y los beta, se agrupaban con sus amigos soltando risas escandalosas y dejando que sus sillas chillen mientras las acomodaban. Suspiré, sintiendo otra vez esa tristeza querer consumirme, respiré hondo para evitarlo y pensé en Jin. Una pequeña sonrisa se formó en mis labios cuando me sorprendí a mi mismo pensando en Jin, no en Youngmin como siempre lo hacía, al parecer este alfa estaba entrando tan profundo en mi corazón que debía resignarme a la idea, intentando olvidar que algún día debía dejarlo ir, cuando consiguiera una omega digna para él, y se olvide su capricho porque que seamos buenos amigos.
Tomando aire, observe un grupo de cuatro chicas, todas omega. Asentí con toda la motivación que podía sacar y me levanté del lugar, caminando hacia ellas, conocía a una, sabía que se llamaba Eunha porque tuve otras clases con ella anteriormente y nunca la he visto tratándome mal, quizás ahora tendría algo de suerte.
"Hey, hola." Aclaré mi garganta, sonaba tan tonto con el típico tono asustado, solo esperaba no empezar a soltar feromonas o se volverían a reír de mí.
"Hola." Me saludó una amiga de Eunha , no la había visto nunca pero se veía lo suficientemente tímida, con los típicos lentes gruesos y cabello cubriendo gran parte de su rostro-
"Lo siento, es que no tengo grupo, y vi que son cuatro, entonces ..."
"No, estamos llenos." Habló una tercera, mirándome inexpresivamente. "Pondremos el nombre de un compañero nuestro que no ha venido, así que somos cinco, lo siento." Después de una cínica sonrisa, volvió su atención al celular.
ESTÁS LEYENDO
The Perfect Omega
FanfictionCuando eres la perfecta definición del omega imperfecto, pierdes todo pensamiento positivo de algún día encontrar al amor de tu vida. Kim Taehyung tiene veinte años, un hijo de tres años y un lazo roto debido a su ingenuidad ¿Qué alfa querría encarg...