Bam Bam ingresó al hogar cerrando la puerta tras de él, se moría de nervios ante la decisión que el pelinegro haya decidido tomar y también tenía ansiedad por verlo.
Lo había extrañado casi a morir y en varias ocasiones estuvo a punto de ir a buscarlo, sin embargo fue fuerte y logró resistir hasta el día de hoy.
— ¿Jaebum? — percibió su aroma pero no recibió respuesta ¿Sería posible que haya salido?
Caminó por la casa en busca del azabache y su corazón dió un fuerte golpe contra su pecho cuando divisó al mayor.
El azabache estaba en la cocina, de espaldas y sin camisa, las hormonas del híbrido hicieron una fiesta en su interior ante tal imagen, sintió el calor subir rápidamente por su cuerpo y tuvo que cubrirse la boca para no soltar un gemido necesitado.
Aunque eso era justo lo que estaba haciendo, lo estaba necesitando más que a su vida.
Se acercó con sigilo y suavemente pasó sus manos por los costados hasta posarlas en el pecho ajeno pegando la mejilla a la amplia y definida espalda, Jaebum cerro los ojos ante aquella caricia, aunque aún no lo había visto sabía de quien se trataba.
— Jaebum — susurró el peliblanco restregándose contra la espalda ajena, Im reconoció aquella voz de inmediato y un calor exquisito le cosquilleó el cuerpo.
— Bamie — afirmó acariciando las manos que se encontraban sobre su pecho.
— Si, soy yo... te extrañé tanto —.
El azabache dio la vuelta y una gran sonrisa se apoderó de sus labios mientras la alegría poseía su corazón.
Estaba ahí, su gatito estaba de vuelta y esta vez no lo dejaría ir.
— Papi — el felino ronroneó con cariño y alivio al ser rodeado por los brazos de su amo — estoy tan feliz — frotó su rostro contra aquél pecho dejando salir sus ronroneos.
Jaebum también sintió alivio al tener ahí al peliblanco con el calor aun recorriéndole todo el cuerpo, jamás había sentido algo tan fuerte, pero ahora sabía perfectamente que significaba y por qué sucedía.
— Estás en tu celo — afirmó y el felino se mostró sorprendido.
— ¿Como lo sabes? — la sorpresa en su voz hizo sonreír al pelinegro hasta que sus ojos se volvieron una línea.
— Lo sentí — fue su simple respuesta que para el peliblanco tuvo demasiado valor.
— ¿Lo sentiste? No estás mitindome ¿Verdad? No juegues conmigo así me moriría de tristeza — y no era exageración.
Su felicidad se fué y sus orejitas bajaron a la par de su cabeza ante la sola idea de que el azabache solo estuviera jugando consulta sus sentimientos.
— No tengo porqué mentirte — tomó el pequeño rostro y lo levanto de nuevo, necesitaba ver esos ojos, los había extrañado demasiado y los encontró aún más bellos — me haré cargo de tí, como debe ser —.
Bam Bam sintió un gran alivio ante lo que acababa de escuchar, su humano, su Jaebum lo estaba aceptando de nuevo.
No pudo seguí con sus pensamientos porque sus labios fueron atrapados por los ajenos y ambos chicos recibieron el beso más delicioso de sus vidas.
La necesidad se disparó con mayor fuerza por sus cuerpos, Jaebum cargó al delgado y lo colocó sobre la isla de la cocina situándose entre las piernas del peliblanco mientras continuanban los besos con sus lenguas acariciándose entre ellas.
Las manos del peliblanco recorrieron el desnudo torso de Im, sintiendo cada músculo tensarse bajo su toque y un gemido gustoso del híbrido se ahogó contra los labios del humano.
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Malcriado Felino💚
Short StoryPublicado: [20/Enero/2019] Jaebum no entiende las responsabilidades de tener un híbrido y Bam Bam no entiende el rechazo del azabache, él solo quiere su cariño. ⚠️Advertencia ⚠️ Contenido sexual Chico x chico Mpreg Híbrido