Hürrem (EDICION)

32 El poder de Hürrem

Topkapı, a finales de 1532

El poder de Hürrem había crecido demasiado, en los últimos tres años se había hecho de aliados y enemigos.
La dama que conquistó el corazón del sultán del mundo, e hizo lo imposible.

Rüstem Ağa, Lütfi Paşa, Haçı Ağa y Şahıhuban Sultan eran algunos de los que estaban con Haseki Hürrem Sultan, así como aquellos que apoyaban la causa de Mahidevran Gülbahar Sultan quienes eran Ibrahim Paşa, Şehzade Mustafá y el ejército jenizaro.

Mientras tanto la Valide Sultan y Hatice Sultan estaban en medio, una sabía lo que Hürrem hizo años atrás, mientras la otra no apoyaba a ninguna.

— Solo tres años y la felicidad se terminará madre — dijo Hatice Sultan quien había vuelto del palacio de mármol porque Ibrahim Paşa estaba en la guerra.

Y todo ésto porque Mahidevran Gülbahar Sultan y Şehzade Mustafá volvían a Topkapi a pasar una temporada junto a Süleyman y la familia imperial antes de que fuera enviado definitivamente a una provincia.

— ¿Ya viste a Hürrem? — inquirió la Valide Sultan con fastidio — debe de estar haciendo una fiesta en el harén.

— Ya hablamos de eso muchas veces madre, para bien o mal es la esposa del sultán — le dijo Hatice Sultan.

— Tú no sabes nada Hatice — dijo la Valide Sultan.

— Se que de cierta manera estás celosa madre — dijo Hatice Sultan — ni siquiera mi padre te dio el lugar que mi hermano sultán le da a Hürrem.

Aquello era verdad, Süleyman mantenía a Hürrem sobre todas las cosas del mundo y eso Hafsa lo detestaba. Ella solo fue un trato político entre el imperio otomano y Crimea.

— Cállate Hatice — ordenó su madre — Te darás cuenta tarde la clase de víbora que es Hürrem.

— Madre, no puedes continuar tratando a Hürrem de esta manera — dijo Hatice Sultan — Süleyman no lo permitirá, la ama más que a su vida.

Ayşe Hafsa Sultan estaba molesta, desde tiempo atrás Hürrem ganó poder tanto en el corazón de Süleyman como en el harem. Todo lo que quiso evitar con Mahidevran Gülbahar estaba sucediendo con la rusa.
Las advertencias de İbrahim Paşa no fueron en vano, pensó.

— Buscaré la manera de deshacerme de una vez por todas de ella Hatice, te lo aseguro.

— Madre, deja por la paz todo esto — le dijo Hatice — Por favor madre.

***

Haseki Hürrem Sultan caminó a sus aposentos, recibir la visita de Mahidevran Gülbahar y su hijo era algo que le fastidiaba. Quiso creer que tal vez después del tiempo que había pasado el Şehzade Mustafá en el exilio que su padre impuso podría hacer las paces.

Algo que jamás podría pasar.

La Sultana Hürrem ingresó, se recostó por un momento y le pidió a Sila Hatun que le llevará algunos bocadillos a sus hijos, simplemente quería descansar después de haber estado con los pobres en aquel monasterio en representación de la Valide Sultan.