Discutir con mamá las últimas semanas por los exámenes realmente no era un favoritismo mío, y a pesar de que es desalentador tener que gastar mi voz en revertir los hechos que una y otra vez suceden.
Mamá considera que estudio mal y por ello saco malas notas, pero yo simplemente digo que estudio bien y no se ni porque saco malas notas. Es un hecho, todos tenemos derechos a equivocarnos y yo soy torpe, la persona más torpe que conozco soy yo misma.
Y en fin, volvimos a discutir nuevamente hoy, hasta que me dio en impulso de tomar el pomo de la puerta y salir fuera de casa sin dar explicaciones y dejando a la boca las palabras de mamá. Pero ciertamente, me estaba arrepintiendo la mayor parte de mi porciento de seguridad. La calle estaba oscura, había ruido de búhos es noche de luna llena y era viernes. Un puto viernes donde todos estaban en la calle y puede pasar tanto lo mejor como lo peor. Y en mi caso, las ocasiones se inclinaban hacia el lado negativo de la situación.
Juraba por mi despiste que este mismo me había conducido hasta el infinito y más allá, estoy completamente de acuerdo con ello. Pero este no me iba a regresar a casa y eso sí era realmente malo. Saqué de mi bolsillo trasero el móvil, mirando su el reloj digital que marcaba las 10:47pm y yo andaba de paseo nocturno.
Miré por las calles que guiaban a tres caminos, uno que me alejaba de casa, el cementerio y una calle cerrada. Trague sintiendo un dolorcillo en mi garganta al pasar la saliva, ningún parecía ser una buena idea y la más favorable comenzaba a darme escalofríos.
La forma más rápida y segura era por el cementerio, no gente y acortas el camino. Pero mierda, a pesar de no creer ni tener fe en leyes religiosas u basadas en algo real maravilloso seguía sintiendo la mala vibra calculadora por mis venas.
-Decídete Amanda que esto no es para todo el día -murmuré para mí misma dándome aliento.
Miré nuevamente el camino más largo y obviamente más lóbrego y luego lo a reja negra de óxido del cementerio central de la región.
- ¿Qué podría pasar? A lo mejor y te encuentras con un amigo que te ayude en tu búsqueda nocturna.
Y como si mis pies trabajaran por si solos fui caminando a paso medio hasta las puertas enrejadas del cementerio. Simplemente eran lápidas. ¿Qué podría salir mal?
Pues el hecho de decir que eran lapidas y convencerme de ello ya me resultó un tanto estúpido al escuchar, a parte de los sonidos de la tierra bajo mis pies, la misma siendo pisada junto como lo hacía yo, de vez en cuando arrastrada, como si alguien estuviese vigilándome y persiguiéndome.
Tal vez la mente me estaba jugando una mala pasada, ya saben, tú miedo se convierte en tu enemigo supremo en estos casos, pero joder, si esto era cierto definitivamente tenía que convencerme de que era solo eso, mi psicología.
Tantee con nerviosismo los bolsillos de mi pantalón buscando mi celular para alumbrar el camino lóbrego por el que andaba, siendo simplemente iluminado por la casta luz de luna llena de la noche. Deslice el aparato del bolsillo y corrí a encenderlo cuando de un movimiento no visto me encontré quieta en el lugar, con el corazón en la boca y chocando con mis tímpanos. Mis ojos se detuvieron en la figura obscura a mi frente, simplemente pudo verle los zapatos antes de que la luz de la pantalla de bloqueo del celular se apagase.
Aguanté un respiro, conteniendo el aire como si eso fuese ruido o pudiera hacer que la persona que estaba frente a mí se me viniera encima.
- ¿Qué hace una jovencita a esta hora de la noche en un cementerio? -la ronca voz de un hombre brotó desde la dirección en la que estaba parado. Mis vellos se erizaron al escucharla.
Callé las palabras, echándome unos pasos hacia atrás para prepararme y correr.
-No creas que puedes huir tan así de fácil. Ni que yo te dejara hacerlo.

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𝐒𝐞𝐥𝐥𝐞𝐫 𝐎𝐟 𝐇𝐨𝐩𝐞𝐬 • [𝐌.𝐘.𝐆]. 𝐅𝐢𝐧𝐚𝐥𝐢𝐳𝐚𝐝𝐚
Fanfiction¡Min Yoon Gi, me las pagarás por ser tan idiota!. De alguna manera sabía que esas palabras habían retumbado en sus oídos y se estaría riendo a mis espaldas. Amanda piensa que las personas a su alrededor están siempre a la defensiva de sus palabras...