𝐒𝐞𝐥𝐥𝐞𝐫 𝐎𝐟 𝐇𝐨𝐩𝐞𝐬 • [𝐌.𝐘.𝐆]. 𝐅𝐢𝐧𝐚𝐥𝐢𝐳𝐚𝐝𝐚

Seller Of Hopes_3

Min Yoon Gi era la persona más extraña que pude conocer en toda mi vida y mira que tenía un listado para incluir a algunas, pero no a ninguna tan estúpidamente estúpida como lo era él.

Después de la noche algo poco común que había tenido ayer, levantarme hoy en la mañana pensando que era un simple sueño fue una opción, pero luego de ver mis pantalones junto al suéter de rayitas blanco y negro todo sucios por la revolcada definitivamente mi mano llegó a parar a mi cara dando una galleta extra grande y picosa que me hizo gruñir.

Corrí a la ducha, deshaciéndome en el camino de la ropa y junto con el agua a medio calentar entre temblando por la temperatura aún helada. El frío era bueno para el churre. ¡No puedo creer que dormí con la ropa y sin bañarme ayer! Restregué con la esponja fuertemente hasta ver espuma de sobra, verla me convencía de que me estaba lavando.

Luego de ducharme debidamente me envolví en la toalla y salí en busca de ropa limpia que ponerme para hoy. Gracias a dios era un sábado, sábado donde mamá y papá en las mañanas tenían trabajo y yo podría aprovecharlo en hacer el formulario para el tal Min Yoon Gi.

Con mi preciosa libretilla de apuntes para Fanfic busqué una página en blanco y deslice mi mano sintiendo su textura virgen. Agarré la pluma, apretando su superior y apoyándola con confianza en la hoja, comenzando a hacer escritos en forma de preguntas con numeritos para no perderme.

—Entonces Min Yoon Ga... ¿Qué tipo de criatura sobrenatural eres? —el bufido notable del chico a mi lado se escuchó. Arreglé mis improvisadas gafas circulares estilo Harry Potter y le miré, su ceño fruncido como la primera vez que le vi. Es decir, ayer.

— ¡Es Min Yoon Gi, MIN YOON GI, GI, GI carajo! ¡Qué trabajo mujer! —prácticamente me gritó, juraría haber visto partículas de saliva saliendo de su boca. ¡Asqueroso!.

—Ajá... —carraspee la garganta volviendo las gafas al puente cuando se deslizaron— ¿Min Yoon G-Gi? —dije con una risilla inocente. El volteó los ojos y exasperó rendido.

—Olvídalo. Cuál era la pregunta.

Me endurece en mi posición, haciendo mi espalada crujir. Después de todo estar sentada sobre una lápida de un muerto en plena noche bajo un farol de luz amarilla no era muy buen lugar que digamos.

— ¿Qué criatura sobrenatural eres?

—Un duende.

—Uf~, con razón eres así de gruñón y ladrón. —entrecerró los ojos, afilando su mirada. Yo solo seguí escribiendo. —Entonces ¿de dónde provienes?

—Texacorvatholonya-

— ¿¡Eh!? ¿¡Cómo mierda se escribir eso!? ¿Y dónde mierda queda?—quité mis espejuelos antes de que estos cayeran al suelo por la impresión. El pelinegro suspiro exasperado. Había notado que él tenía poca paciencia definitivamente.

—Podrías dejar de ser exagerada y gritona.

—No.

—Había que hacer el intento —arrebato la libretilla de mis manos y escribió el nombre con perfecta caligrafía, mucho mejor que la mía que parecía la de una bebé.

—Texacor- ajá, eso mismo. Entonces ¿Cuál es tu historia Min Yoon...?, no importa.

— ¿Mi historia? ¿A qué te refieres?

—La historia resumida de tu vida. Ejemplo, porqué terminaste robando.

—No quiero.

— ¡Eh! Se supone que debas responder.

—No quiero, porque debería de contarle mi historia a una persona como tú para que la publique en una Fanfic o lo que sea.

—Fanfic, pero ante todo te recalco que tú sabes la mía sin mi consentimiento. Sería un pago justo —dije escribiendo algunos datos físicos de él. Ahora que la luz de la luna parecía hacer su función podía ver mucho mejor los rasgos físicos de Min Yoon. Era lindo, parecido mucho a esos mangas que me gustaban ver. No me cansaba de decirlo.