Capitulo 16

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A la mañana siguiente

Llamamos a todos para corroborar que estuvieran sanos y salvos, era muy temprano y lo poco que había dormido lo había dormido muy mal, despertándome varias veces por la noche, así que mi humor era claramente poco agradable.

El ama de llaves de Thomas la Sra.Elyse se acercó a entregar una carta que había llegado por correo

La abrí y visualice una mano roja que tenía escrito en negro

"Mala decisión srta. Marie, usted lo perderá todo, incluso su propia vida." - Atte. AA

-Thomas.- dije con un nudo en la garganta y le entregué el papel me sentía tan asustada y preocupada por todos, jamás me perdonaría si algo le pasará a mis pequeños.

-Amor todo estará bien, lo prometo.- Thomas me daba tanta seguridad.

-Cámbiate, iremos a ver a alguien que conozco para pedirle ayuda.

Nos vestimos, fuimos al auto y luego de un rato llegamos a un especie de panadería que en realidad era el señuelo para ocultar una destilería que le pertenecía a Alfie Solomons, mafioso, judío, de descendencia rusa, desprolijo, un poco bruto pero inteligente y calculador nos recibió en la puerta junto a otros dos muchachos.

-El gran Thomas Shelby viene a mi puerta para pedir por ayuda y oh wow que tenemos por aquí, una mujer, pero no parece cualquier mujer, tal vez la mujer que le robó el corazón a Tommy Shelby? Esta mujer en serio tiene pantalones y lo digo literalmente.- dijo el sr. Solomons con una sonrisa basta te irónica

- Marie Shelby es mi nombre - dije extendiendo mi mano la cual recibió con gusto y la estrechó- mi familia y yo nos encontramos en peligro y por un error ahora toda la familia de mi esposo lo está también, nuestras defensas son muy buenas...

-Pero no lo suficiente verdad señorita Hitchcock?- me interrumpió Alfie con una gran sonrisa

- Ya se lo dije sr. Solomons, mi apellido ahora es Shelby, venimos a ustedes por ayuda si puede darnos una mano bien, sino le suplico que no me haga perder el tiempo.- dije con la mirada fría y un tono soberbio

-¿Contra quién es su guerra srta. Shelby?

- No.. no lo sabemos- dije mirando el suelo con cierto descontento en mi voz

- Vera Marie un buen luchador sabe nunca debe pelear contra un pez más grande que el... Pero si no sé quién es tal vez me pueda arriesgar y tratar de ganar, así que los ayudaré en lo que necesiten- me dijo Alfie Solomons y sentí como la paz recorría mi cuerpo

-Muchas gra...

-Lo tendremos en cuenta Mr. Solomons - me interrumpió Tommy y me tomo del brazo para irnos

-Bien Thomas Shelby, como usted quiera y Marie mucha suerte. Ahora logro comprender cómo conquistó a Tommy- dijo y abrió la puerta de su despacho para dejarnos ir

-Vamos Marie.- me dijo Thomas de muy mala gana

Salimos nos subimos al auto y fuimos a ver a otro hombre, pero en el camino no pude evitar mirar a Thomas y preguntarle

-Que demonios fue eso Thomas?

-Es solo que no confío en ese hombre Marie

-Bien,  espero que estés en lo correcto

Al llegar al lugar entramos en un restaurante bastante de lujo en el que había dos hombres luchando, tres mozos, cinco hombres armados y Charles "Darby" Sabini almorzando mientras espectaba aquella pelea.

-Oh Thomas Shelby está aquí, por favor me ven toma asiento y está bella mujer debe ser Marie, tu nueva esposa y mano derecha ¿verdad?- dijo con una sonrisa que me género desconfianza al instante

Thomas le planteo toda la situación que estábamos viviendo y pidió ayuda, al instante Sabini acepto ayudarnos y Thomas le dió mano cerrando de esa manera el acuerdo

- Voltee en dirección a Tommy y en voz baja le dije - No confío en él. - Mirando a Sabini pregunté fuerte y claro - Thomas, ¿no crees que deberíamos hablarlo primero?

-No.- me contestó seco

Salimos y nos dirigimos de vuelta a casa con tres autos mas repletos de hombres del señor Sabini.

-Thomas ¿Que diablos fue eso de ahí adentro? Dijiste que hablaríamos todo, ¿porqué no me dejaste opinar?

-Esta echo Marie- Thomas estuvo muy cansando estos días y es notorio que no quería discutir ningún asunto más.

Al llegar a Birmingham los hombres se esparcieron en las diferentes casas protejiendonos a todos, nosotros fuimos a acostarnos y después de mucho tiempo pudimos dormir con un poco de paz.

Todo por la familiaDonde viven las historias. Descúbrelo ahora