Serendipia (Jungkook) ✓

Final

Me levante de golpe en cuanto él se aparta de mis labios y lo mire con la cara completamente roja, sentía que ardía, en cualquier momento entraría en erupción como si fuera un volcán.

—Que es lo que tu... —Farfulle confundida antes de tocarme los labios con la yema de los dedos—¿Por qué? ¿Por qué yo? No sirvo para gustarle a alguien —Dije intentando entender porque, de entre tantas personas en el mundo, era yo quien le gustaba.

—Lo sé.

—Soy una gruñona que solo sabe estudiar.

—Sí, eso también lo sé.

—No le caigo bien a nadie y no soy agradable —Rio un poco antes de asentir con la cabeza aun mirándome—No lo entiendo...

—No hay nada que entender, es tan simple como eso, me gustas, así, toda gruñona, empollona y antipática. Torpe y siempre con los nervios a flor de piel, esperando que alguien entienda tu forma de ver el mundo y no te tachen de lamer culos de los profesores —Sentí como el calor en mi cara aumentaba, tenía serias dudas de si de mi cabeza ya comenzaba a salir humo.

—Y-yo...yo... —Era incapaz de decir algo con coherencia, sentía mi cabeza confusa. Todo mi cuerpo hormiguea y me siento mareada.

—¿Te gusto? Solo tienes que asentir con la cabeza, con eso me basta —Sonríe—Quiero ser tu novio y discutir contigo como siempre por cosas estúpidas, que no merecen la pena, que me riñas por ser un idiota que no sabe de casi nada y me des lecciones —Abría y cerraba la boca como un pez, sintiéndome una completa idiota. ¿Hacia cuanto tiempo que él se sentía de esa manera hacia a mí? Lo peor, es que a pesar de todo lo que me había dicho, seguía sin entender que era lo que le atraía de mí.

Cerré los ojos con fuerza y sin siquiera intentar pensar más sobre el tema asentí con la cabeza. No tarde nada en sentir como me abrazaba con fuerza. Aún estaba hecha un lio, no sabía bien lo que estaba ocurriendo, aunque tal vez Jungkook tenía razón, tan solo debería dejar de buscarle una respuesta y eso hice. Correspondí el abrazo ocultando mi rostro contra su pecho.

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—Buenos días —Saludo mientras me esperaba en la entrada de mi casa—¿Has dormido bien?

—No tienes que ser tan así —Me queje un poco comenzando a caminar. Escuche como se reía y se acercaba a mi rápido.

—No creo que te moleste tanto cuando tienes esa sonrisa en la cara.

—Cállate —Lo empuje apenada poniéndome un tanto roja.

—Está bien, me callo, pero si me das un beso —Lo miré mal teniendo ganas de soltar cualquier burrada, pero en vez de eso simplemente me puse levemente de puntilla y le di un suave beso en los labios—Así mucho mejor —Me cubrí media cara con una mano intentando ocultar el sonrojo—Vamos —Agarro mi otra mano entrelazando los dedos con los míos. Jamás me acostumbraría a esto, a que viniera a recogerme para ir a clase juntos tomados de las manos, en general, jamás podría acostumbrarme a tener novio...

Fin