Que grite el cielo...Que grite pero de dolor y las nubes graben las palabras que dijiste y dejaron en forma de promesa, cuyas palabras fueron llevadas hasta allí por el viento y solo cuando lloras se ven reflejadas en ese cielo.
Sabes... Nunca supe corresponder tus enfados,enojos y celos y esos besos que me dabas.
Ayer no vino tu carta y todo se desvaneció.
Esto no es típico...
Mira el escenario, no puedo controlarlo, tu lo sabes, cuando los polos opuestos se atraen, todo se convierte en sobredosis.
Ya perdí el conocimiento, mientras vives dejándoselo al tiempo.
Si tienes preguntas hazlas después.
Sin tener la mente sana y en estado de sobredosis por todo lo que siento no vengas a decirme otro fin de semana.
Fuiste ese sueño que no pude callar, un sueño que me dejaba noches en vela pensando que pasará, que sucederá, será para bien o para mal...
Muchas veces me asustaba la verdad pero no por ello luchaba una y otra vez por algo que tu nunca lograbas ver. Ahora solo escucho a mi corazón atado por cadenas que abren cicatrices por cada latido y por cada suspiro.
Recuerdo aquellas tardes que no paraba de mirar el reloj...Contando las horas, los minutos y segundos que quedaban para verte. Perdíamos las costumbres entre la multitud y a solas siempre me preguntaba lo que sentías. Tal vez te debía más de un TE QUIERO, pero todo tembló al ver que tu ya no dabas lo mismo.
Yo solo tomé el control de la persona
que creía que era, la chica que solía conocer...
Pero hay una luz en la oscuridad de la que tanto te hablo, y siento su calor, el cual me mantiene con vida y no paro de preguntarme...
¿Por qué no puedo aguantar?
Porque viene y va en oleadas,
siempre lo hace como aquel mar de aquella playa donde tu y yo estuvimos en varias ocasiones, donde sentíamos nuestros jóvenes corazones latir cada vez más fuerte.
Ahora se disipan en la riada por ese dolor que nos consume.
Y la libertad de caer,
y el sentimiento de perderme entre tanta sangre...Que ahora queda grabado sobre cientas de rocas...
Sólo estoy intentando con todas mis fuerzas soltarme y que con lágrimas me duele.
