Mejor Amigo [KyuMin]

Capítulo 5

Definitivamente no entiendo a Sungmin, ¿Por qué se habría enfadado? Solo estaba en la cocina hablando con Seo... ¡¡mieerda!! ¡¡mieerda!! Lo que sí es definitivo es que soy idiota.

Seohyun es la chica con la que Sungmin encontró a su ex en la cama... ¿Cómo no he caído? ¡Normal que se enfade conmigo! Aunque yo no tengo culpa...

-¿Entonces me lo vas a hacer Kyuhyun?

-¿Qué?

-A ver, te explico. Tú arquitecto. Yo necesito uno para mi cocina. Te ofrezco el trabajo. ¿Lo entiendes ahora?

-Sí, lo entiendo, no hace falta que me hables así.

-Perdona, es que te lo he dicho muchas veces.

-Es que no te prestaba atención.

-Este bien, pues préstame esa atención que hace falta para que me entiendas.

Sería idiota la chica.

-No me interesa el trabajo, Seohyun.

-Te voy a pagar muy bien

-No lo quiero.

-¿Es por Sungmin, verdad?

-Eso no es asunto tuyo.

-Venga ya, te vi mirarlo, estás enamorado de él.

-Te sigo diciendo que no es asunto tuyo.

-No te conviene Kyuhyun.

-¿Quién lo dice?

-Tú... necesitas una mujer–dijo acercándosele, rozándose contra él-

-¿Una zorra? –Preguntó sin pensar-

-¡No te pases!

-¿Me he pasado? Creo que no, simplemente dije la verdad, no todo el mundo se revuelca con el novio de su amigo, y ahora si no te importa sal de mi casa, tengo que ir a trabajar.

-No fue así, Kyuhyun...

-A mí no me importa. Haz el favor de irte, tengo que ir a trabajar.

-Pero...

-¿Eres sorda? Creo que no. ¡Vamos!

Fui un poco borde, pero ahora mismo lo único que me importaba era Sungmin, y que no esté enfadado conmigo, que teniendo en cuenta su carácter, está enfadado.

Salimos de la casa.

-Te acerco –me dijo. Quise morderla ¿es que no entendía?-

-No... gracias. No voy a la oficina.

-Ah... hasta pronto.

-Adiós.

Lo de que no iba a la oficina... no era cierto. Pero Sungmin y yo trabajamos en el mismo sitio, solo que apenas nos vemos. Yo no suelo estar allí mucho tiempo, suelo estar viajando de un lugar a otro. Pero ese día no. Tenía que verlo y asegurarme de que no estaba enfadado.

Me monté en mi coche –un mercedes- y conduje como nunca lo había hecho, a la Oficina.

-¿Está en su despacho? –Le pregunté a la secretaria de Sungmin-

-Sí, señor Kyuhyun.

-Gracias, Luna.

Como siempre, me sonrió, y luego entré en el despacho.

Cuando abrí la puerta no pude evitar excitarme, la sangre me hirvió al verlo inclinado sobre la mesa, con el culo en pompa, llevaba un pantalón pegado al cuerpo, le quedaba tan bien... si se lo bajara un poco... si metiera la mano por dentro... si terminara lo que empecé hace un rato.