Capitulo 10

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Narrador POV

Cuando el reloj marcó las 8 de la mañana, todo era silencio y calma en el departamento de Hernán, la lluvia seguía sin cesar pero al menos no se sentía el ruido ni el frio dentro de aquel hogar.

Hernán frunció el ceño sintiendo la garganta adolorida y la cabeza como si se le partiera, no recordaba en qué momento se había quedado dormido y mucho menos como era que había llegado a su casa. Suspiró tocándose la frente con la palma, no sentía la temperatura de ayer y aquello le alivió un poco, aunque con suerte podía respirar debido a lo obstruido de su nariz, mantuvo los ojos cerrados mientras se debatía entre abrirlos o mantenerlos así y retomar el sueño, sin embargo un suspiro proveniente de su lado lo puso en alerta de inmediato haciendo que se tensara. Abrió los ojos despacio, con una calma y un miedo a que todo fuera producto de su cabeza, entonces fue consciente del calor proveniente de su costado, cuando su vista se aclaró lo primero que pensó era que definitivamente no estaba despierto, aquello no podía ser posible.

Andrei dormía plácidamente con el rostro vuelto hacia él, la mano bajo la almohada y los labios levemente entreabiertos, llevaba una de sus poleras puestas y su rostro estaba tan en paz a pesar de los daños que aún eran evidentes debido a lo ocurrido hace unas noches, pero aún así seguía viéndose hermoso, no había un modo de que aquello variara.

Con algo de duda, Hernán movió su mano hasta el rostro ajeno, ¿Hace cuántos meses no tenía un despertar tan hermoso como ese?, las yemas de sus dedos tocaron con la suavidad de una pluma la mejilla suave y cálida de su amado, el dorso de sus dedos le recorrió hasta el mentón y el pulgar acarició su labio inferior sutilmente, Andrei suspiró y arrugó la nariz levemente haciendo que Hernán quitara la mano y simplemente se quedara observando, vió como bostezaba y se llevaba la mano a la frente abriendo los ojos despacio, movió la cabeza mientras pestañeaba una y otra vez tratando de ubicarse en tiempo y espacio, cuando sus miradas se encontraron, sus ojos volvieron a cerrarse un momento y su nariz se arrugó

- Hola...-susurró Hernán con calma, sabía que posiblemente Andrei se espantaría y todo se volvería un caos otra vez, sin embargo él solo asintió a modo de saludo y se frotó los ojos bostezando de nuevo, antes de que sus miradas hicieran contacto una vez más

- ¿Cómo te sientes?- fue lo primero que preguntó mientras le tocaba la frente con la palma, Hernán siguió el curso del movimiento de su mano mirando hacia arriba y sintiendo como le tomaba la temperatura

- Mal... Me duele la garganta y siento que no respiro nada.. Me duele la cabeza- susurró volviendo a observarle, Andrei asintió de nuevo quitandole la mano de la frente antes de suspirar

- ¿Quieres agua? ¿Tienes hambre?.. Puedo cocinar algo antes de irme- dijo encogiéndose de hombros, ninguno levantó la voz, no era necesario, Hernán negó de inmediato

- No, no te muevas.. Quédate acá- pidió estirando su mano de nuevo para volver a tocarle el rostro, Andrei evitó cerrar los ojos ante el toque, no tenía idea cuando era la última vez que había dormido tan bien en meses y sin embargo no eran las circunstancias que esperaba para ese amanecer, que Hernán le pidiera que no se moviera de su lado, era aún más comprometedor e incómodo, pero aún así algo en su estómago se presionaba con fuerza, esa sensación que solo él le provocaba

- Tienes que tomarte los medicamentos, el doctor dijo que debes hacer reposo.. Y tengo que llamar a Andrea, de seguro no ha dejado de mensajearme toda la noche, estaba preocupada- dijo haciendo una mueca, estiró su mano tomando su teléfono y corroborando lo que pensaba, volteó la pantalla hacia Hernán, quien sonrió a penas- ¿Ves? Te lo dije

- ¿El doctor?... ¿Andrea por qué supo?... Ay, no me acuerdo de nada y siento que me bebí la vida- dijo pasándose la mano por la frente mientras suspiraba, Andrei rió por lo bajo torciendo el gesto

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