Capitulo 8

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Hernán POV

- Entonces... ¿Salimos o no?- preguntó Ignacio mientras me tendía un vaso de café, estábamos en la azotea del edificio donde la sesión estaba llevándose a cabo, lo tomé agradeciéndole y suspiré un momento rascándome la nuca con mi mano libre

- No sé si sea conveniente... Entiendo que Ernesto haya hablado contigo, pero... La verdad, es que te vengo conociendo hace a penas unas horas..- dije haciendo una mueca, él me sonrió levemente antes de encender un cigarro- Además.. ¿Por qué Ernesto te diría que estoy soltero y lo de Andrei no va en serio?- pregunté alzando una ceja, él ni se inmutó, simplemente hizo un ademán con la mano

- No tengo idea, yo solo te encontré guapo y él me dijo que si estabas con Andrei era solo por un trabajo.. Pero no sé, la verdad yo tampoco sé que pensar- rió negando un momento, ladeé el rostro un tanto curioso- Hernán, es cosa de mirarlos... Me han dado las mejores fotos que he tomado en años.. No sé si hago bien o no invitándote a salir, pero... Me gustaría intentarlo- aclaró volviendo a beber de su vaso, yo hice lo mismo y miré sobre mi hombro a Andrei que hablaba de algo con Andrea, podía sentir su odio hasta acá y sabía que era por lo que le había respondido en el camarín, quizás se me había pasado la mano, pero él también me estaba humillando, ¿Por qué yo lo querría solo para un poco de sexo y ya?, era realmente exasperante que no creyera en mi, que no dejara ni un minuto sus armas abajo.

- ¿Sabes que?.. Si, salgamos.. Podríamos ir a almorzar- dije sonriendo mientras le observaba, él me sonrió de regreso y asintió de inmediato- Deja preguntarle a Andrea si terminamos, aprovecho de llevarte luego a la Academia de Neilas, te aseguro que amarás a ese hombre, es el mejor bailarín de la historia- le aseguré riendo antes de tirar el resto de mi café al basurero, me acerqué a Andrea que algo seguía diciéndole a Andrei, él ni siquiera me miró, esperó unos segundos y pasó por nuestro lado con la cabeza gacha y el paso firme

- ¿Qué bicho le picó ahora?- pregunté apuntando con el pulgar sobre mi hombro, la menuda chica se encogió de hombros con una sonrisa un tanto divertida

- Supongo que algo le está molestando y no es la etiqueta de la ropa- rió por lo bajo, yo fruncí el ceño intentando entender su broma, pero no supe por donde agarrarla- No te preocupes, yo me entiendo... ¿De verdad ese chico te encanta como para salir con él ahora mismo?- preguntó observando a Ignacio un momento antes de mirarme a mi, yo seguí su mirada y luego suspiré metiendo las manos en mis bolsillos

- No... Ni siquiera me parece atractivo, pero... Al menos es simpático, y supongo que debo comenzar a salir con otras personas si quiero sacarme a Andrei de la cabeza y del corazón- dije haciendo una mueca, ella murmuró algo que no entendí mientras negaba antes de suspirar y pasar una mano por su cabello

- Ustedes son... Demasiado para mi- dijo alzando sus manos antes de pasar por mi lado también, vi como le agradeció al fotógrafo antes de tomar sus cosas y bajar, el equipo de trabajo se quedó guardando todo mientras nosotros bajábamos, le dije a Ignacio que esperara por mi en el lobby o en el estudio, me cambiaba y estaríamos listos para irnos.

Cuando salimos del edificio, le lancé un beso a Andrea pasando junto a Andrei, no le dije ni siquiera chao porque estaba muy concentrado mirando hacia la calle, la cara de su asistente no era de mucho relajo, pero supuse que era un tema de trabajo de ellos, no tenía que meterme, así que simplemente salí de ahí con Ignacio siguiéndome los pasos. Comenzamos a caminar calle abajo, tomaríamos un taxi hasta la Academia y luego iríamos a almorzar

- Tienes una piel como super suave...- dijo rozando sus dedos por mi brazo, yo alcé una ceja y traté de no verme incómodo por su toque, pero luego se acercó a mi, casi rozándome el cuello con la nariz- Y hueles muy bien, también- comentó haciéndome encoger porque el cuello era uno de mis puntos más débiles y me causaba cosquilla cualquier contacto en aquella zona, sonreí simplemente e iba a responderle cuando sentí la voz de Andrei llamándome, me detuve y lo miré sobre mi hombro viéndole caminar hacia nosotros con una expresión un tanto extraña en el rostro

RecomencemosDonde viven las historias. Descúbrelo ahora